Nuevo episodio de violencia evidencia el fracaso del estado de emergencia en la zona minera de La Libertad dejo tres suboficiales del Ejército resultaron heridos de bala durante un operativo contra mineros ilegales en Pataz, La Libertad.
El enfrentamiento ocurrió en el sector La Esperanza del centro poblado Pueblo Nuevo, donde las fuerzas militares intentaban desarticular una organización criminal dedicada a la extracción ilegal de minerales. Los soldados fueron trasladados al Hospital Militar Central de Lima y se encuentran fuera de peligro.
Estado de emergencia sin resultados
Pataz permanece bajo estado de emergencia desde febrero de 2024, luego del asesinato de 13 trabajadores de la empresa R&R, contratada por la minera Poderosa. La medida abarca los 13 distritos de la provincia y cuenta con presencia militar y policial permanente.
El gobierno de Dina Boluarte prorrogó la emergencia por 60 días adicionales en julio. El objetivo oficial es combatir las organizaciones criminales dedicadas a la minería ilegal de oro. Sin embargo, los conflictos no han cesado pese a la presencia de las fuerzas del orden.
Los suboficiales heridos son Herlin Monteblanco Castro, Roy Flores Baneo y Edwin Zavaleta Mejía. Todos fueron evacuados vía aérea y se encuentran estables según la información oficial.
Minería ilegal sin control
Un informe reciente de CooperAcción revela que La Libertad opera al menos 52 plantas de procesamiento de oro sin fiscalización efectiva. Los números exponen la magnitud del problema que enfrenta el Estado peruano en esta región.
En los últimos cuatro años, más de 33,000 volquetes cargados con 674,160 toneladas de oro salieron de La Libertad sin trazabilidad. El valor de esta producción supera los 3,500 millones de dólares, según el organismo. Este oro circula sin registro ni seguimiento alguno del producto.
Exportaciones duplicadas, ilegalidad cuadriplicada
El Instituto Peruano de Economía reporta que las exportaciones de oro se duplicaron desde 2019. Las operaciones ilícitas cuadriplicaron sus valores en el mismo período. Esta tendencia revela cómo la actividad criminal crece más rápido que la producción formal.
El 40% del oro que sale del Perú carece de registros formales del Ministerio de Energía y Minas. Esta cifra demuestra que casi la mitad de la producción aurífera nacional opera en la informalidad o ilegalidad total.
Los enfrentamientos en Pataz evidencian que las medidas de emergencia no logran contener la actividad criminal. La violencia persiste mientras las organizaciones ilegales mantienen su control territorial y operativo en una de las zonas mineras más importantes del país.