Mientras la Policía persigue a un caricaturista y se lía con operativos ‘mantequilla’, las calles son un tramado de ajuste de cuentas.
San Juan de Lurigancho: 5 acribillados en menos de 24 horas
La Libertad: un muerto por día en lo que va del 2024.
Comas: persiguen a suboficial y su familia.
Nadie sabe de Víctor Torres, el ministro del Interior. No brinda un plan estructurado en la lucha contra la delincuencia, el sicariato, las extorsiones y los secuestros. No solo ocurre en Lima, la situación es inmanejable en todo el Perú. Las cifras así lo indican.
SICARIATO MANDA
En San Juan de Lurigancho se mata de día y de noche, a cualquier hora. Hace algunas horas fueron cinco personas asesinadas, mientras que la prensa se despista con las olas de calor, las ejecuciones están “a la orden”.
Fue un triple homicidio, mientras comían en puesto de ventas de menús, dos de ellos identificados como Luis Aquino Velasco (35) e Iván Céspedes Flores (49), y Dular Sandro García. Fueron 20 tiros. Antes, se habían baleado a dos personas más– una en la puerta de su domicilio, matándolas; todas en la zona de Huáscar. Todo en menos de 24 horas. Semanas antes, el suceso fue con una granada, cuando fue lanzada frente a un concierto. Sin mencionar el asesinato del guardaespaldas del teniente alcalde de la misma localidad, señal evidente que ningún estado de emergencia salva al ministro del interior, Víctor Torres, llamado a interpelación por el Congreso. El ministro perfil bajo argumenta que “hay personas interesadas en desestabilizar el sector”, sin darse cuenta que no hay sector.
REGIONES DE HORROR
Ni qué decir de la región la Libertad, donde el gobernador César Acuña ha perdido el manejo de la situación en lo que es seguridad, al pedir la ayuda de las fuerzas armadas. Asesinaron a dos personas en la zona de Tacorita, sin piedad. En la Amazonía asesinan dos líderes indígenas, defensores del medio ambiente y acá no pasa nada. En la costa, en un poblado de Nasca, se hallaron cuatro personas muertas en una casa.
Es escalofriante, vivimos ya en una nación de horror. Solo algunas semanas atrás, los casos de balas perdidas matan a jóvenes que van con sus audífonos tranquilos en el bus. Esto no da para más.
TORRES DESAPARECIDO
El Ministro del Interior, Víctor Torres, no es capaz de solucionar esta vulnerabilidad que tenemos como país. Denunciado por el anterior comandante de las fuerzas policiales, por la destitución, perdió fuerza política, y a la vez fuerza operativa. Ahora no sabe qué hacer con esta ‘papa caliente’.
REGRESO DEL COMANDANTE
Si el Poder Judicial dicta el regreso del anterior jefe policial depuesto, Torres prácticamente estaría en una situación más ridícula que la actual. El Premier Otárola ya declaró que hará caso a la ley, en caso de ordenar la justicia que regrese el otrora mando policial.
DATO: En el hospital Almenara
se registran más
accesos de personas
por balas perdidas, un
registro que callan las
enfermeras de piso.
¿Qué están sucediendo
en nuestras calles, para
una realidad brutal?