Un grupo de médicos del Cusco paralizó sus actividades y realizó un plantón a las afueras del Poder Judicial, exigiendo a la presidenta de la Corte Superior de Justicia del Cusco que programe de inmediato la audiencia de apelación a favor del cirujano Miguel Ángel Rivas Vílchez, investigado por la muerte de una madre quien ingresó a una cirugía estética y luego falleció.
Los manifestantes demandaron la rápida prisión preventiva dictada por el Poder Judicial, pese al reciente resultado del protocolo de necropsia de la investigación por presunta negligencia médica recién está en curso.
Los médicos se concentran en pedir la liberación de su colega.

Ante las versiones difundidas en los últimos días y esperando el protocolo de necropsia aclaramos lo siguiente:
La cirugía fue realizada de manera correcta, con todos los exámenes y protocolos en regla.
La paciente estuvo estable durante toda la operación.
El problema ocurrió después, en la sala de recuperación, una etapa que no depende del cirujano.
La necropsia preliminar descarta embolia pulmonar, embolia grasa y cualquier lesión causada por el acto quirúrgico.
El cuadro que presentó la paciente es compatible con una reacción adversa al tramadol, medicamento aplicado en recuperación.
Por eso, no existe ningún indicio de mala praxis por parte del Dr. Rivas.

El Dr. Miguel Ángel Rivas actuó conforme a la lex artis y con profesionalismo absoluto.
La medicina se basa en evidencias. Y la evidencia es clara: el acto quirúrgico NO causó el fallecimiento.



