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Congreso actual aprueba reglamentos bicamerales que serán revisados por futuros legisladores

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Jorge Montoya advierte que senadores y diputados electos en 2026 tendrán la última palabra sobre las normas internas de ambas cámaras

El Congreso aprobó los reglamentos para la futura Cámara de Senadores y Diputados, pero estos serán modificados por los propios legisladores bicamerales cuando asuman sus cargos en 2026. Así lo confirmó el congresista Jorge Montoya, vocero de Honor y Democracia, quien cuestionó la legitimidad de que el Parlamento unicameral actual defina las reglas del sistema bicameral.

Reglamentos elaborados sin participación de futuros legisladores

Montoya explicó que los documentos aprobados representan «la mirada de un grupo de personas que han tratado de colaborar con algo», pero recalcó que la responsabilidad final recae en los diputados y senadores que serán elegidos en julio de 2026. Estos nuevos legisladores podrán «regularlos, modificarlos o aceptarlos tal y como están» una vez que se instale el Congreso bicameral.

El vocero parlamentario no ocultó sus reservas sobre el contenido de ambos reglamentos. «Ahora son cuestionables muchas de las cosas que han sido colocadas», declaró a EXPRESO. Según Montoya, todo lo aprobado será revisado por los nuevos congresistas, quienes darán la última palabra sobre las normas que regirán su trabajo legislativo.

Aprobación dividida en el pleno

La Comisión de Constitución y Reglamento elaboró los dictámenes que fueron votados el 23 de octubre. El reglamento del Congreso bicameral obtuvo 79 votos favorables, 20 en contra y 5 abstenciones. Por su parte, el reglamento de la Cámara de Diputados logró 75 votos a favor, 17 en contra y 5 abstenciones. El de la Cámara de Senadores alcanzó 75 votos favorables, 20 en contra y 4 abstenciones.

Las declaraciones de Montoya evidencian la paradoja institucional: el Congreso unicameral diseña reglas para un sistema bicameral del que no formará parte. Esta situación plantea interrogantes sobre la legitimidad democrática de normas aprobadas sin la participación de quienes deberán aplicarlas.