Primera Sala Constitucional de Lima declaró nulo el proceso de denuncia constitucional contra Salvador del Solar, quien como presidente del Consejo de Ministros refrendó la disolución del Parlamento junto a Martín Vizcarra.
Resolución judicial blinda a quienes ejecutaron un golpe de Estado que vulneró la Constitución Política.
Del Solar celebra su impunidad mientras el Poder Judicial cierra la puerta a cualquier sanción contra los responsables de cerrar un poder del Estado con triquiñuelas
La Primera Sala Constitucional de Lima declaró nulo el proceso de denuncia constitucional
contra Salvador del Solar, quien como presidente del Consejo de Ministros refrendó la disolución del Parlamento junto a Martín Vizcarra. La resolución judicial blinda a quienes ejecutaron un golpe de Estado que vulneró la Constitución Política. Del Solar celebra su impunidad mientras el Poder Judicial cierra la puerta a cualquier sanción contra los responsables de cerrar un poder del Estado por la fuerza.
El Poder Judicial acaba de blindar a Salvador del Solar. La Primera Sala Constitucional de
Lima declaró nulo el proceso de denuncia constitucional que el Congreso emprendió contra el expremier por su participación directa en el cierre ilegal del Parlamento en 2019. La decisión anula todo el procedimiento derivado del Informe de Calificación de las Denuncias Constitucionales N.º 384, 400 y 466. Del Solar, quien como presidente del Consejo de Ministros refrendó el decreto que disolvió el Congreso, queda libre de cualquier inhabilitación por un acto que violó flagrantemente la Constitución Política. Los magistrados decidieron que cerrar un poder del Estado no amerita sanción alguna.
“Tarda pero llega. Este caso nunca debió existir”, escribió Del Solar en Twitter con la arrogancia del impune. El expremier argumentó que las denuncias no debieron admitirse porque el Tribunal Constitucional ya había resuelto el asunto. “Hoy, la Justicia nos da la razón de forma contundente: todo fue nulo”, celebró.
Su abogado, Luciano López, se sumó al festejo: “Felicitaciones, Salvador del Solar. La Primera Sala Constitucional de Lima, integrada por jueces valientes, te dieron la razón. Aún hay justicia en el Poder Judicial”. Valientes para absolver golpistas, claro está. Los mismos que deberían defender la institucionalidad acaban de premiar a quienes la dinamitaron.
EL GOLPE DE ESTADO QUE
QUIEREN NEGAR
Las denuncias constitucionales buscaban sancionar a Del Solar, Martín Vizcarra y Vicente
Zeballos por infracciones graves a la Constitución vinculadas al cierre del Congreso en septiembre de 2019. El informe proponía diez años de inhabilitación para Vizcarra y cinco años para Del Solar y Zeballos. La razón era clara: los tres ejecutaron una maniobra política que vulneró el marco constitucional al disolver por decreto un poder del Estado. Vizcarra tomó la decisión y Del Solar la refrendó como premier. Ambos alegaron defender la democracia mientras pisoteaban la Constitución.
El cierre del Congreso en 2019 fue un golpe de Estado disfrazado de medida constitucional. Vizcarra y Del Solar argumentaron que el Parlamento había denegado la cuestión de confianza en dos ocasiones. Pero esa interpretación forzada del artículo 134 de la Constitución nunca tuvo sustento real. La primera supuesta denegación fue una ficción jurídica.
La segunda ni siquiera cumplió los requisitos formales. Del Solar sabía que estaba refrendando una ilegalidad. Lo hizo igual. El objetivo era claro: eliminar un Congreso incómodo que investigaba al gobierno y sus vínculos con empresas privadas.
En abril de este año, Del Solar compareció ante el Congreso para defenderse. Calificó los argumentos del Parlamento como una “falsedad evidente” y sostuvo que no existían pruebas para sustentar la inhabilitación.
Según su versión, la acusación carecía de veracidad. Del Solar criticó que la Comisión de Acusaciones Constitucionales se negara a recabar pruebas que supuestamente demostrarían que el Ejecutivo solo buscaba evitar la imposición de magistrados en el Tribunal Constitucional.
La excusa oficial: defender la institucionalidad. La realidad: un autogolpe para librarse de fiscalizaciones incómodas.
VIZCARRA: EL GOLPISTA
PROFESIONAL
Martín Vizcarra también se defendió durante la misma sesión. El expresidente señaló que
las causas en su contra formaban parte de una persecución política. La narrativa es siempre la misma: víctima inocente de un Congreso vengativo. Vizcarra cuestionó la
baja asistencia de legisladores en el debate y denunció al Tribunal Constitucional como brazo político del Parlamento. El expresidente expresó su confianza en que la Corte Interamericana de Derechos Humanos revierta las decisiones en su contra. Mencionó los casos vinculados al “Vacunagate” y “Obrainsa”. Vizcarra se vacunó clandestinamente
mientras los peruanos morían esperando dosis. Recibió pagos de Obrainsa cuando era gobernador de Moquegua. Cerró el Congreso ilegalmente. Pero según él, todo es persecución política.
El gobierno de Vizcarra fue un desastre encubierto por una campaña mediática brillante. Vendió la imagen del tecnócrata honesto mientras negociaba con empresas constructoras. Presentó el cierre del Congreso como una cruzada anticorrupción cuando en realidad buscaba eliminar controles institucionales. Del Solar fue su cómplice perfecto.
El expremier con cara de intelectual progresista que refrendaba ilegalidades con argumentos rebuscados. Ambos ejecutaron un golpe de Estado y nunca fueron juzgados por conspiración contra el orden constitucional.
DATO: EL PODER JUDICIAL anuló el juicio político contra Salvador del Solar por el cierre ilegal del Congreso en 2019. La Primera Sala Constitucional declaró nulo todo el proceso de
denuncia constitucional contra el expremier, quien como presidente del Consejo de Ministros refrendó el decreto que disolvió el Parlamento. Del Solar y Martín Vizcarra
ejecutaron un golpe de Estado en septiembre de 2019 al cerrar un poder del Estado mediante una interpretación forzada del artículo 134 de la Constitución. Nunca fueron juzgados por conspiración. Ahora el Poder Judicial les dice que todo estuvo bien y anula cualquier posibilidad de sanción.
El gran capital protege a sus peones
El fallo de la Primera Sala Constitucional confirma que el Poder Judicial protege a los operadores del gran capital financiero. Del Solar y Vizcarra no son progresistas ni defensores de la democracia. Son golpistas que cerraron el Congreso para eliminar fiscalizaciones incómodas. El empresariado financiero los necesita presentables para sus proyectos políticos futuros. Por eso el Poder Judicial anula procesos y magistrados hablan de valentía al absolver infracciones constitucionales graves.
La narrativa oficial los presenta como víctimas de persecución política. La realidad los muestra como conspiradores que fracturaron el orden institucional y hoy celebran su impunidad. Se venden como los limpios, los modernos, los moralmente superiores. Pero ejecutaron un golpe de Estado y nunca pagaron por ello. El sistema judicial los blinda porque el gran capital necesita peones disponibles. Mañana puede ser Del Solar, Vizcarra o cualquier otro operador dispuesto a cerrar congresos y violar constituciones. Lo importante
es mantener el paraíso progre caviar donde los golpistas se pasean como héroes y los jueces llaman justicia a la complicidad con el poder económico.



