Un fósil reconstruido digitalmente sugiere que la división evolutiva de nuestra especie ocurrió antes de lo pensado y fuera de África
La reconstrucción digital de un cráneo hallado en China indica que los humanos pudieron separarse de sus ancestros 400 000 años antes de lo estimado. El estudio, publicado en Science, plantea que este proceso evolutivo ocurrió en Asia y no en África. Los investigadores trabajaron con el fósil Yunxian 2, descubierto en 1990, cuyas características podrían resolver el prolongado debate sobre un periodo clave de la evolución humana.
Un fósil que replantea el árbol evolutivo
Los científicos consideraban que el Yunxian 2 pertenecía al Homo erectus, ancestro directo de nuestra especie. Las nuevas técnicas de reconstrucción revelaron características distintas. El cráneo muestra una capacidad cerebral mayor que la esperada para su antigüedad. Estos rasgos lo acercan a especies como el Homo longi o el Homo sapiens, grupos que surgieron mucho después según la cronología establecida.
Chris Stringer, antropólogo del Museo de Historia Natural de Londres, participó en la investigación. «Esto cambia muchas cosas», afirmó. El experto explicó que hace un millón de años los ancestros humanos ya se habían dividido en grupos distintos. Esta división evolutiva sería mucho más antigua y compleja de lo que mostraban las teorías previas.
Implicaciones para otras especies humanas
Las conclusiones del estudio tienen consecuencias directas para otras especies. Si los resultados son correctos, homínidos como el Neandertal o el Homo sapiens podrían haber existido mucho antes. Michael Petraglia dirige el Centro Australiano de Investigación sobre la Evolución Humana de la Universidad Griffith. El científico no participó en el estudio pero señaló que los hallazgos «ponen en entredicho» las hipótesis sobre la dispersión humana desde África.
«Podría estar produciéndose un cambio importante, con Asia Oriental desempeñando ahora un papel clave en la evolución de los homínidos», estimó Petraglia. Esta perspectiva contradice décadas de consenso científico sobre el origen africano exclusivo de nuestra especie.
Tecnología de punta para reconstruir el pasado
El equipo utilizó técnicas avanzadas de tomografía computarizada e imágenes con luz estructurada. Los investigadores reconstruyeron virtualmente el cráneo completo basándose en otro fósil similar. Luego compararon el modelo con más de 100 especímenes adicionales. Este método permitió identificar características que permanecían ocultas en el cráneo aplastado original.
Stringer declaró que el Yunxian 2 «podría ayudarnos a resolver» el enigma de un «conjunto confuso de fósiles humanos que datan de hace 1 millón a 300 000 años». Este periodo representa uno de los capítulos menos comprendidos de la evolución humana.
Escepticismo en la comunidad científica
Los expertos externos al estudio mantienen cautela sobre las conclusiones. Petraglia consideró los resultados «provocadores» aunque reconoció que se basan en trabajo sólido. «Es sólido, pero creo que aún no hay un veredicto definitivo. Creo que se plantearán muchas preguntas», advirtió.
Andy Herries, arqueólogo de la Universidad de La Trobe, expresó dudas más profundas. Los análisis genéticos han demostrado que la morfología de los fósiles «no siempre era un indicador perfecto de la evolución humana». Herries criticó que la interpretación no considera la historia genética conocida de estos elementos. El debate permanece abierto y muchos aspectos de la evolución humana siguen siendo objeto de controversia científica.