El ministro de Defensa asegura que no cesarán en hallar a Ashley Vargas. Familia denuncia abandono y pide ayuda internacional.
El Gobierno mantiene activas las labores de búsqueda de la alférez Ashley Vargas, desaparecida desde el 20 de mayo durante una misión aérea de instrucción en Pisco. La Fuerza Aérea del Perú (FAP) confirmó la caída al mar del avión KT-1P que pilotaba la oficial, pero hasta ahora no se logra su localización. Mientras tanto, la familia denuncia abandono por parte del Estado y exige ayuda internacional.
El Gobierno no cesará en la búsqueda
El ministro de Defensa, Walter Astudillo, informó que las operaciones continúan sin descanso. “No cesaremos hasta encontrar mayores pistas”, afirmó en una conferencia de prensa. Añadió que Vargas “simboliza a las personas, integrantes de la FAP, que (…) estamos expuestos a estos riesgos”. Por su parte, el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, expresó escuetamente su respaldo: “Esperemos encontrar rápidamente la ubicación de la alférez (…) para darle respuesta a su familia”.
Reforzaron el operativo: drones, buzos y sobrevuelos
Se han desplegado nuevos recursos para intensificar la búsqueda. Un escuadrón de drones de alta tecnología de la Municipalidad de San Borja fue enviado al área. Estos equipos tienen cámaras de largo alcance, vuelan hasta 15 kilómetros y alcanzan los 7 mil metros de altura. Su capacidad permite rastrear zonas de difícil acceso.
Además, la Marina de Guerra del Perú movilizó un buque con buzos especializados. Helicópteros de la Fuerza Aérea realizan constantes sobrevuelos. Todo el operativo se coordina para aumentar las posibilidades de hallar a la joven de 25 años y a su nave desaparecida.
El accidente y la misión de Ashley Vargas
El general José Antonio Martinelli, comandante de Operaciones de la FAP, confirmó que el avión cayó al océano y que ya se han hallado partes de la nave. Sin embargo, señaló que “las esperanzas no se pierden” y que la búsqueda continúa desde el primer momento. Según explicó, Vargas cumplía su último vuelo del entrenamiento básico con una ruta de solo 13 minutos. Las condiciones climáticas eran buenas.
Según un informe, antes del accidente, Vargas reportó su ubicación a la torre de control de Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial S.A. (Corpac), sin mencionar fallas. La fiscal Gladys Torres, encargada del caso, confirmó que “no reporta ninguna falla, nada anormal”.
Familia de exige resultados y denuncia abandono
La familia de la piloto cuestionó duramente la respuesta institucional. A través de su abogado, José Ocampo, denunciaron “carencias” en la búsqueda, poca presencia de la FAP en la zona y escasa comunicación. “Se ha hablado más del avión que de la misma piloto”, señalaron en un pronunciamiento. También reclamaron posibles fallas en el sistema de eyección y mecanismos de localización del KT-1P.
Han solicitado apoyo internacional para acceder a tecnología y recursos que permitan localizar el cuerpo o restos del avión. “Aquí existen responsables, y aunque hoy se señala a la Fuerza Aérea en su conjunto, dentro de la institución hay más responsables que deberán responder por lo que está ocurriendo”, agregaron.