Los militares fuertemente armados que tiraron con un tanque las puertas de la sede de Gobierno de Bolivia bajo el mando del que hasta hoy era el comandante general del Ejército boliviano Juan José Zúñiga, decidieron retirarse después de que el presidente boliviano, Luis Arce, cambiará a todo el alto mando militar tras lo que consideró como un “intento de golpe de Estado”. Antes, el vicepresidente, David Choquehuanca, había denunciado que se desarrollaba un “golpe de Estado” contra el Gobierno de Arce, luego de que un tanque entrara a la fuerza al Palacio Quemado, la sede del Poder Ejecutivo en la ciudad de La Paz.
Minutos antes en mensaje alarmante a través de su cuenta de Twitter, el presidente de Bolivia, Luis Arce, ha denunciado movimientos irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano, indicando un posible intento de levantamiento militar. Arce subrayó la importancia de respetar la democracia en medio de la creciente tensión política en el país sudamericano.
El conflicto se intensificó después de que el gobierno confrontara nuevamente con el comandante del Ejército boliviano, Juan José Zúñiga, quien ha criticado abiertamente los intentos de Evo Morales de regresar a la presidencia en las próximas elecciones. A pesar de haber sido supuestamente destituido de su cargo, Zúñiga participó en un acto oficial, lo que generó confusión sobre su posición actual como jefe militar.