• Junior toca el órgano a oído y Solange expresa sus emociones a través del dibujo y la pintura. Ambos son usuarios del Programa Nacional Contigo que les otorga una pensión bimestral de 300 soles.
Acompañada de sus mellizos, Irene Ramos Cárdenas celebra el Día de la Madre al ritmo de melodías que Junior interpreta en el órgano y sorprendida con los dibujos que Solange le prepara con amor y dedicación. Ambos son personas con discapacidad severa, usuarios del programa Contigo del Midis, cuyos talentos artísticos son impulsados por su madre.
Han pasado 20 años desde que Irene dio a luz y su gran desafío inició cuando a sus dos hijos les detectaron trastorno del espectro autista a los tres años de edad. “Ser madre es una dedicación 24 por 7. Dentro de su condición, me han enseñado a ser una mamá luchona. Soy una mamá especial”, señala Irene.
Junior es más independiente y afectivo que su hermana, sueña con ser constructor y trabajar en un supermercado, sin embargo, su mayor ilusión es ser músico. Aprendió a oído a tocar el órgano y su abuelo Juan, quien toca la guitarra, ha sido su inspiración. Además, habla y escribe en inglés, un talento que asombra y sigue desarrollando de manera autodidacta.
A Solange le gusta tener todo en orden. Expresa sus emociones y sentimientos a través del dibujo y la pintura, ama pasar el tiempo con sus gatos y se entretiene con juegos didácticos.
Pese a que su rol como madre no ha sido fácil, Irene apuesta por una dedicación exclusiva en casa y una educación inclusiva en un salón de clases. Por eso, ambos terminaron sus estudios primarios en un Centro de Educación Básica Especial.
Además de ser maestra y cuidadora de sus hijos la mayor parte del día, Irene se dedica a la venta de comida que, junto a su cuñada, prepara para luego repartir almuerzos cerca de su casa en el distrito de El Agustino.
Irene dice estar muy agradecida con el programa Contigo ya que la pensión de 300 soles que recibe cada uno de sus hijos la invierte en vestimenta y medicina cuando se enferman.
“Mi admiración a la lucha y entrega constante que Irene demuestra por sus hijos. Es el símbolo de las madres cuidadoras de nuestros usuarios en el programa Contigo. Su amor va más allá de cualquier barrera y eso nos motiva a seguir trabajando para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad severa y sus familias”, sostiene la directora ejecutiva del programa Contigo, Orfelina Arpasi.
