PALABRA DE HONOR
Por: Óscar Valdés Dancuart
Expresidente del Consejo de Ministros
@oscarevaldes
El Gobierno Otárola-Boluarte en complicidad con el Congreso paso a paso nos están llevando a una situación económica que ellos desean y que es contraria a lo que queremos la mayoría de los peruanos. Sus medidas populistas están desincentivando la inversión privada que cada día es mucho menor y siendo esta la gran generadora de empleos nos encaminamos lentamente a ser una nueva Venezuela, otra Bolivia y de repente llegaremos a ser una nueva Nicaragua o Cuba. Este camino impensado meses atrás lentamente está tomando forma.
Los gobiernos regionales y locales a su vez están propiciando una nueva burocracia donde la inversión pública, mal hecha y sin propósito, es gran generadora de puestos de trabajo insulsos, improductivos y ansiosos día a día de mejorar sus salarios y vivir del Estado. Es notorio que cada día se gestan nuevos distritos con poblaciones menores y que demandan una burocracia similar a los distritos bien conformados y necesarios.
La inversión privada se está retirando y no encuentra la confianza de parte del Gobierno para regresar, ya que todas las medidas adoptadas por la dupla Congreso- Ejecutivo los desalientan y harán imposible que ésta vuelva al nivel de años anteriores.
Es necesario recalcar que esta situación es permitida y alentada por algunos interesados que apuestan por la “estabilidad actual que requiere el país” y que lo único que hacen es velar por sus intereses particulares y políticos. Además, a todo aquel que se oponga o que se pronuncie por un adelanto de elecciones lo califican de caviar y desestabilizador.
Coincidir en un cambio no necesariamente es pactar con los caviares o socialistas, es un acto de reflexión, un riesgo medido donde un nuevo Gobierno recuperaría la confianza de inversionistas e impediría que sigamos un camino lento pero directo a propicias dictaduras similares a Venezuela o gobiernos indecisos, inseguros, y sin rumbo, y futuro como Bolivia, Nicaragua o Cuba.