En diciembre de 2022, se firmó una adenda en el Congreso peruano para aumentar el costo de alimentación de cada parlamentario de S/15.93 a S/80 por plato, lo que representa un gasto diario de aproximadamente S/190 por cada congresista si se incluyen desayuno, almuerzo y cena.
Este aumento de gasto fue posible debido a la firma de un contrato que asignó la concesión de los comedores y la cafetería del Parlamento a una empresa externa, así como para proveer bufets en eventos protocolares.
La nueva adenda ha generado críticas y controversias en la opinión pública, ya que el gasto en alimentación de cada congresista ha aumentado significativamente. Sin embargo, algunos parlamentarios han defendido esta medida, argumentando que es importante garantizar una alimentación de calidad para el buen desempeño de sus funciones, y que el aumento del gasto es responsabilidad de la Mesa Directiva.
En este contexto, es necesario evaluar de manera crítica y objetiva si el aumento en el costo de alimentación de los congresistas se ajusta a los estándares de transparencia y responsabilidad fiscal.
Asimismo, corresponde a las autoridades competentes tomar las medidas necesarias para garantizar que los recursos públicos sean utilizados de manera responsable y en beneficio del interés general.