En otro lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez

Año Nuevo siempre es un buen pretexto para entregar regalos, y en política los obsequios suelen decir lo que los discursos esconden. Este año, la canasta simbólica vino cargada de ironía, pensando más en la coherencia perdida en los memes que en el papel de regalo. Veamos.
Para el presidente José Jerí, nada mejor que una cena con la chica reality Rosángela Espinoza, a quien él mismo ha calificado como una mujer muy atractiva. Un presente acorde con estos tiempos donde la política coquetea con el espectáculo y la gestión parece un tema secundario, ideal para sobremesas largas y prioridades cortas. Estamos seguros de que el regalo no le molestará.
Al renunciante alcalde de Lima, Rafael ‘Porky’ López Aliaga, le tocó un tren de juguete que da vueltas sin parar sobre un riel circular. Perfecto para sacarse el clavo del tren fantasma traído de Estados Unidos, que con los días se asemeja más a chatarra que a símbolo de modernidad. Este, al menos, no promete nada y cumple siempre.
Para la eterna candidata Keiko Fujimori, una cámara filmadora, así evita usar las del Congreso de la República en mítines electorales, como ocurrió en Trujillo. A propósito: ¿en qué utiliza Fuerza Popular el dinero público que recibe por el rubro financiamiento de los partidos políticos? Ojalá algún día eliminen esta subvención que solo alimenta a cuervos.
‘Plata como cancha’ César Acuña recibió el libro ‘Lo que el dinero no puede comprar’. Lucidez, empatía y sensibilidad, por ejemplo. Y el presidente del Congreso Fernando Rospigliosi, se ganó con una reedición de La Metamorfosis de Kafka, porque hay transformaciones políticas que se entienden mejor entre líneas.
Al final, estos regalos no buscan alegrar a nadie, sino retratar una escena conocida: una política que gira en círculos, confunde cámaras con ideas y cree que todo se resuelve con billetera o espectáculo. Año Nuevo pasa rápido, los juguetes se guardan y los libros juntan polvo, pero las preguntas quedan. Y esas, a diferencia de los regalos, no se pueden devolver ni cambiar por otros más convenientes.
“Para la eterna candidata Keiko Fujimori, una cámara filmadora, así evita usar las del Congreso de la República en mítines electorales”.



