● El trabajo híbrido, la inteligencia artificial y oficinas flexibles definieron un entorno laboral más equilibrado, eficiente y enfocado en la experiencia del empleado en Perú.
Lima, diciembre 2025 – El 2025 dejó cambios claros en la dinámica laboral peruana. La oficina no desapareció: adoptó un rol más definido dentro de los modelos híbridos. Tras varios años de transición entre trabajo remoto y presencial, este año mostró una operación más estable, con procesos donde la tecnología y la interacción humana cumplen funciones complementarias.
Según el estudio elaborado por WeWork y Michael Page, el 48 % de los trabajadores peruanos opera actualmente bajo esquemas híbridos, una cifra que confirma que este modelo ya forma parte del estándar laboral. Para las empresas, la presencialidad se ha orientado a actividades que requieren coordinación, colaboración o alineamiento estratégico, reduciendo prácticas rígidas o presenciales sin propósito.
Claudio Hidalgo, presidente de WeWork Latinoamérica, explica: “La oficina dejó de ser un lugar al que se va por obligación. Hoy cumple un propósito claro: potenciar ideas, coordinación y cultura. La tecnología ayuda a entender cómo se usan los espacios, pero la interacción humana sigue definiendo el valor del encuentro presencial.”
IA que organiza y potencia el trabajo
El estudio también evidencia una mayor normalización de la inteligencia artificial en la rutina laboral. El 83 % de los encuestados considera la IA como una herramienta de apoyo, lo que permitió a las organizaciones integrar soluciones que optimizan operaciones sin desplazar funciones humanas.
Los sistemas de análisis de ocupación, las herramientas predictivas y la automatización de tareas repetitivas facilitaron una planificación más eficiente de la presencialidad, evitando recursos subutilizados y mejorando la coordinación diaria.
Además, este año reflejó un cambio en las expectativas de los trabajadores peruanos. Según el informe, el 72 % valora oficinas que se adapten a diferentes tipos de actividades, desde concentración individual hasta sesiones colaborativas. Esta preferencia trasladó la atención hacia espacios más versátiles y entornos que facilitan la experiencia del usuario.
En Lima, esta tendencia se observó con mayor fuerza en zonas corporativas como San Isidro y Miraflores, donde las empresas priorizan ambientes flexibles, ubicaciones accesibles y espacios diseñados para distintos ritmos de trabajo.
“Este año comprobamos que la oficina funciona mejor cuando respeta el ritmo real de los equipos. La IA ordena, la flexibilidad equilibra y la presencialidad fortalece la cultura”, explica Hidalgo.
La lectura del 2025 muestra que la oficina peruana avanzó hacia un modelo donde la tecnología ayuda a organizar mejor los procesos y la presencialidad recupera valor por su capacidad de fortalecer cultura y coordinación. No se trata de regresar a esquemas previos a la pandemia, sino de ordenar los elementos que hoy definen la experiencia laboral.
● El trabajo híbrido, la inteligencia artificial y oficinas flexibles definieron un entorno laboral más equilibrado, eficiente y enfocado en la experiencia del empleado en Perú.
Lima, diciembre 2025 – El 2025 dejó cambios claros en la dinámica laboral peruana. La oficina no desapareció: adoptó un rol más definido dentro de los modelos híbridos. Tras varios años de transición entre trabajo remoto y presencial, este año mostró una operación más estable, con procesos donde la tecnología y la interacción humana cumplen funciones complementarias.
Según el estudio elaborado por WeWork y Michael Page, el 48 % de los trabajadores peruanos opera actualmente bajo esquemas híbridos, una cifra que confirma que este modelo ya forma parte del estándar laboral. Para las empresas, la presencialidad se ha orientado a actividades que requieren coordinación, colaboración o alineamiento estratégico, reduciendo prácticas rígidas o presenciales sin propósito.
Claudio Hidalgo, presidente de WeWork Latinoamérica, explica: “La oficina dejó de ser un lugar al que se va por obligación. Hoy cumple un propósito claro: potenciar ideas, coordinación y cultura. La tecnología ayuda a entender cómo se usan los espacios, pero la interacción humana sigue definiendo el valor del encuentro presencial.”
IA que organiza y potencia el trabajo
El estudio también evidencia una mayor normalización de la inteligencia artificial en la rutina laboral. El 83 % de los encuestados considera la IA como una herramienta de apoyo, lo que permitió a las organizaciones integrar soluciones que optimizan operaciones sin desplazar funciones humanas.
Los sistemas de análisis de ocupación, las herramientas predictivas y la automatización de tareas repetitivas facilitaron una planificación más eficiente de la presencialidad, evitando recursos subutilizados y mejorando la coordinación diaria.
Además, este año reflejó un cambio en las expectativas de los trabajadores peruanos. Según el informe, el 72 % valora oficinas que se adapten a diferentes tipos de actividades, desde concentración individual hasta sesiones colaborativas. Esta preferencia trasladó la atención hacia espacios más versátiles y entornos que facilitan la experiencia del usuario.
En Lima, esta tendencia se observó con mayor fuerza en zonas corporativas como San Isidro y Miraflores, donde las empresas priorizan ambientes flexibles, ubicaciones accesibles y espacios diseñados para distintos ritmos de trabajo.
“Este año comprobamos que la oficina funciona mejor cuando respeta el ritmo real de los equipos. La IA ordena, la flexibilidad equilibra y la presencialidad fortalece la cultura”, explica Hidalgo.
La lectura del 2025 muestra que la oficina peruana avanzó hacia un modelo donde la tecnología ayuda a organizar mejor los procesos y la presencialidad recupera valor por su capacidad de fortalecer cultura y coordinación. No se trata de regresar a esquemas previos a la pandemia, sino de ordenar los elementos que hoy definen la experiencia laboral.



