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2025 redefinió la experiencia laboral en el Perú: oficinas más inteligentes y humanas

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● El estudio de WeWork y Michael Page revela que la combinación de IA, diseño flexible y bienestar consolidó un nuevo estándar laboral en el país, donde la oficina se convierte en un ecosistema que optimiza la productividad y mejora la experiencia de los equipos.
Lima, diciembre 2025 – El trabajo en el Perú está entrando a una nueva etapa donde la tecnología y el bienestar conviven en un mismo espacio. Según el estudio “IA y presencialidad: el nuevo panorama laboral”, elaborado por WeWork y Michael Page, el 78 % de los profesionales considera que los entornos inteligentes —aquellos que optimizan recursos, flujos y experiencias— mejoran de manera directa su productividad, mientras que el 69 % valora que estos espacios integren soluciones que faciliten el bienestar.
Este cambio se acelera en un mercado donde el 48 % de los trabajadores ya opera bajo modelos híbridos. Las empresas están ajustando sus procesos para combinar autonomía con cohesión, y en ese escenario la oficina inteligente se convierte en un soporte estratégico: lejos de ser futurista, hoy significa tomar decisiones basadas en datos, habilitar herramientas que ordenan el uso del espacio y diseñar ambientes que reducen fricciones en la jornada laboral.
Claudio Hidalgo, presidente de WeWork Latinoamérica, lo sintetiza así: “El reto de las organizaciones ya no es solo tener un lugar de trabajo, sino contar con un entorno que entienda cómo se mueven sus equipos. La IA permite anticipar necesidades, optimizar la ocupación y mejorar la experiencia diaria, pero la dimensión humana sigue siendo el centro del diseño. Las oficinas inteligentes no buscan reemplazar nada, sino potenciar la colaboración, la creatividad y la conexión.”
Tecnología que acompaña, no reemplaza
El estudio revela un dato clave: el 83 % de los peruanos considera que la inteligencia artificial es una herramienta de apoyo y no una amenaza para su empleo. Esa percepción no sólo desmonta temores, sino que marca la pauta para la evolución de los espacios de trabajo. Las empresas están incorporando soluciones que optimizan la gestión de oficinas sin desplazar el rol del talento humano.
Desde el uso de datos para planificar la ocupación hasta herramientas que ajustan la configuración del espacio según el tipo de actividad, la IA se convierte en un aliado para mejorar el desempeño. La automatización de tareas rutinarias libera tiempo y facilita que los equipos se enfoquen en actividades estratégicas, mientras que los sistemas predictivos permiten una operación más eficiente y coherente con las dinámicas del trabajo flexible.
Oficinas que se ajustan al uso real
Este avance tecnológico se complementa con una demanda humana cada vez más clara. Los profesionales buscan entornos cómodos, flexibles y preparados para diversas dinámicas laborales. Según el estudio, el 72 % valora oficinas que se adapten a distintas tareas, desde áreas silenciosas para concentración profunda hasta zonas colaborativas o espacios para reuniones improvisadas.
WeWork incorpora este enfoque en sus ubicaciones de Lima, donde los ambientes se ajustan según el uso, los horarios y las necesidades reales de los equipos. La integración de analítica y herramientas de gestión permite anticipar patrones de ocupación y optimizar recursos sin rigidez ni desperdicios, reforzando la idea de espacios que “leen” al equipo y responden a su ritmo.
Un 2025 marcado por la adaptación inteligente
El 2025 coloca a las oficinas en un rol más estratégico: ya no solo como un lugar para trabajar, sino como un ecosistema que integra tecnología, bienestar y cultura. Según el estudio, los equipos que operan en espacios inteligentes reportan mejores niveles de productividad y una conexión más sólida con sus organizaciones.
Para Hidalgo, este avance es parte de una transición inevitable en la forma de trabajar: “La oficina del futuro no es futurista: es funcional, adaptable y profundamente humana. La tecnología ayuda a que cada espacio tenga un propósito real y que cada persona encuentre el entorno donde trabaja mejor.”
El resultado es un modelo laboral que combina precisión tecnológica y sensibilidad humana. En el Perú, esta convergencia marca una nueva etapa: oficinas más eficientes, personas más conectadas y organizaciones que entienden que adaptarse no es solo innovar, sino anticipar y diseñar espacios donde el talento pueda prosperar sin fricciones.