La Policía desarticuló a la banda ‘Los Chukis de Manchay’ tras la denuncia de una comerciante que pagaba 50 soles semanales bajo amenaza
Una comerciante de Manchay denunció que durante dos años pagó cuotas semanales de 50 soles a una banda criminal que amenazaba con atentar contra su negocio. La Policía Nacional capturó a seis presuntos integrantes de esta organización delictiva en un operativo que comenzó con la intervención de un cobrador en pleno acto de extorsión.
El modus operandi de la extorsión
La víctima, propietaria de una bodega en Pachacamac, reveló que los delincuentes primero le exigieron un pago inicial de 10 000 soles. Después establecieron una cuota fija de 50 soles cada semana. La amenaza era clara: si no pagaba, atentarían contra ella o su negocio.
Durante dos años, la mujer cumplió con los pagos hasta que decidió acudir a la Policía. Su testimonio permitió que las autoridades organizaran un operativo de captura. Los agentes esperaron el momento exacto en que uno de los cobradores llegara a la bodega.
La captura y el rastro hasta el líder
Agentes encubiertos intervinieron al cobrador cuando este llegó al negocio para recoger la cuota semanal. El detenido confesó que actuaba por órdenes del supuesto líder de la banda, identificado con el alias de ‘Carnero’. Esta información resultó clave para ubicar al resto de la organización.
La Policía llegó hasta un asentamiento humano donde capturó a los otros cinco integrantes. Los detenidos son Steven Yair Castro Chagua, Carlos Giregui Moscoso Guere, Joseph Loaiza Vázquez, Johan Smith Guillén Cárdenas, Luis Ángel Quispe y Fiorella Sánchez.
Las pruebas del delito
Durante la intervención, los agentes incautaron dinero en efectivo proveniente de presuntas extorsiones. También se hallaron cinco teléfonos celulares y una tarjeta de crédito. Estos elementos servirán como prueba en la investigación fiscal.
La Fiscalía de Lurín ya fue notificada del operativo y comenzó las diligencias correspondientes. Los detenidos enfrentan cargos por extorsión agravada, un delito que refleja la expansión del crimen organizado en zonas periféricas de Lima. La comerciante y otros negocios de la zona finalmente quedaron libres de la presión criminal que los sometía desde hace dos años.



