Con profundo pesar, la comunidad educativa de Huacho despidió al reconocido profesor Roberto Javier Yon Romero, quien falleció el pasado 11 de noviembre tras una larga y fructífera trayectoria. Durante casi tres décadas, el docente dedicó su vida a la enseñanza del idioma inglés, dejando una huella imborrable en generaciones de estudiantes.
El docente fue velado en el local de la Sociedad Obreros La Unión, donde recibió innumerables muestras de afecto. A sus familiares y amigos se sumaron colegas, exalumnos y una gran cantidad de estudiantes, quienes acudieron de manera espontánea para rendirle homenaje.
Todos coincidieron en destacar su entrega a la enseñanza, su trato siempre cercano y el cariño con el que acompañó a sus alumnos. Muchos de ellos lo recuerdan como una verdadera figura paterna durante su etapa de formación escolar y académica, evidenciando que su labor trascendió las aulas.
A lo largo de casi treinta años, el profesor Yon formó y marcó a varias generaciones huachanas, tanto en lo académico como en lo humano. Su enseñanza no se limitó a la etapa escolar; también impartió clases a jóvenes universitarios, alumnos de institutos, adultos y profesionales que buscaban perfeccionar su dominio del idioma inglés.
En su trayectoria, ejerció como docente y coordinador académico en Euro Education durante muchos años. Actualmente, se desempeñaba como profesor y coordinador académico de inglés en la Institución Educativa San José de los Hermanos Maristas —donde también realizó sus estudios escolares e integró la promoción 1993— y en el Centro de Idiomas de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión (UNJFSC).
El profesor Yon Romero recibió una misa de honras en el colegio San José de los Hermanos Maristas. Posteriormente, sus restos fueron también homenajeados en el Centro de Idiomas de la UNJFSC y en Euro Education. En cada una de estas ceremonias se resaltó con emotividad su pasión por la enseñanza, su entrega y la huella profunda que dejó en la vida de sus alumnos y colegas.
Roberto Javier Yon Romero —el hijo, el hermano, el amigo, el maestro— deja un vacío que difícilmente podrá ser llenado y una huella imborrable en la historia educativa de Huacho. Su recuerdo permanece vivo en cada una de las generaciones que formó y en cada persona a la que marcó con su presencia, su vocación y su profunda humanidad.




