*Lecciones del éxito chino para el Perú en la negociación arancelaria: el rol de APEC y la Alianza del Pacífico en una agenda comercial proactiva.
Todos los caminos conducen a China. El complejo escenario, en el cual se desarrolla el comercio internacional en la actualidad, establecido por la imposición de aranceles por Estados Unidos, puede cambiar, si los paises afectados imitaran al gigante asiático.
El Perú es una de las economías aquejadas, debido a que sus productos deben pagar 10 % si quieren entrar al mercado estadounidense, a pesar del Tratado de Libre Comercio (TLC) que mantienen vigentes ambas naciones. De esta forma, mantener y expandir su acceso al país que gobierna Donald Trump es un importante y complicado reto.
Pero hay experiencias que lo pueden ayudar, como el dinamismo de China para expandirse comercialmente por todo el planeta. El país oriental fortaleció el diálogo y la negociación win to win (todos ganan) para convertirse en el gigante que es ahora. Eso mismo deben hacer el Perú para lograr la reducción de los aranceles comerciales que afectan a diversos sectores productivos.
Fortalecer el diálogo bilateral
Desde el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú (Mincetur) han destacado que la imposición de las nuevas tasas abre un espacio estratégico para retomar el diálogo técnico con la Oficina del Representante Comercial de EE. UU. y revisar el tratamiento de los productos peruanos, lo cual es una oportunidad para demostrar la confiabilidad y el valor del comercio bilateral.
Reforzar este diálogo constante orientado a discutir intereses comunes, impulsa la confianza y facilita acuerdos que podrían traducirse en reducciones graduales o eliminaciones de aranceles.
En Brasil, por ejemplo, el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, en la antesala de la Cumbre Climática COP30 —se desarrollará del 6 al 21 de noviembre—, anunció que está dispuesto a intensificar la presión diplomática sobre Estados Unidos para avanzar en las negociaciones comerciales entre ambos países.
Durante una conferencia de prensa con medios internacionales en Belém, el presidente señaló que su gobierno busca “destrabar los acuerdos pendientes, especialmente en torno a los aranceles impuestos por Washington a productos brasileños”.
Lula adelantó que volverá a comunicarse con el presidente Donald Trump si, al cierre de la cumbre, no se registran avances concretos en las conversaciones bilaterales. “No tendré ningún problema en volver a llamarlo”, afirmó, dejando en claro su intención de mantener una postura activa en defensa de los intereses comerciales de Brasil.
En Perú, el Mincetur trabaja en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores con el fin de iniciar un diálogo con el Departamento de Estado norteamericano y sustentar la necesidad de retirar esta medida, impuesta por la administración de Donald Trump.
La ministra del sector, Teresa Mera Gómez, recordó que el “Perú mantiene vigente un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos”, que “establece la desgravación progresiva de aranceles hasta alcanzar tasas de 0 % en la mayoría de productos”.
Plataformas regionales: APEC y Alianza del Pacífico
Perú debe usar de manera estratégica su membresía en espacios regionales e internacionales como el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la Alianza del Pacífico para consolidar su posición frente a EE. UU.
En medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China; México, Chile y Perú enfrentaron el reto de equilibrar sus relaciones durante la cumbre de APEC en Corea del Sur, donde buscaron profundizar su integración con Asia sin provocar tensiones con Washington. La reunión, que congrega a 21 economías del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, se desarrolló en la ciudad de Gyeongju, desde el 31 de octubre al 1 de noviembre.
Estos foros permiten a Perú sumarse a las mesas de negociación multilaterales, aprovechar diplomacias concertadas y elevar la voz de la región al negociar reglas y beneficios arancelarios conjuntos.
Estas plataformas son utilizadas activamente por China en sus negociaciones para lograr acuerdos que favorecen la reducción de aranceles mediante canales diplomáticos y negociaciones estratégicas, demostrando un camino replicable para el Perú.
Analistas destacan que, pese a su inestabilidad política, el Perú ha mantenido una estrategia de apertura económica para atraer inversiones y fortalecer su credibilidad internacional. China ha sido clave en ese proceso, especialmente con la construcción del megapuerto de Chancay, inaugurado en 2024, que ha impulsado el comercio directo con Shanghái y consolidado una alianza estratégica con Beijing.
Aprendiendo de China: beneficios mutuos para la reducción arancelaria
China ha venido utilizando con éxito un enfoque basado en el diálogo estratégico, en el cual se enfatizan los beneficios mutuos para ambas partes como pilares para la negociación y eventual reducción de aranceles comerciales.
Este modelo pone en relevancia el impacto positivo en las economías de exportación e importación, el incremento del comercio y la integración económica regional.
Perú puede guiarse por esta lógica para fortalecer las relaciones bilaterales con EE. UU. mediante propuestas que evidencian las ventajas de mantener un comercio fluido y sin altos aranceles para sectores clave como la agroindustria y manufactura peruana, que son altamente competitivos en el mercado estadounidense.
Según Alonso Gómez Sánchez, experto en comercio internacional, la imposición de aranceles afecta negativamente a la economía peruana; pero al mismo tiempo “abre una ventana para que Perú fortalezca su propuesta de valor y confianza como socio comercial de EE. UU. con negociaciones técnicas basadas en beneficios mutuos”.
Además, cifras de 2025 indican que más del 70 % de las exportaciones agrícolas del Perú podrían verse afectadas por el arancel extra, lo que hace urgente la necesidad de una gestión diplomática efectiva para evitar pérdidas significativas en competitividad.
Denisse Miralles Miralles, ministra de Economía y Finanzas de Perú, informó que el Poder Ejecutivo peruano ha intensificado el acercamiento con EE. UU. para fortalecer las relaciones bilaterales e impulsar la evaluación de reducciones en los aranceles.
Se está trabajando en un Grupo de Trabajo Multisectorial que además explora la apertura de nuevos mercados y acuerdos comerciales con otros países, mostrando una estrategia combinada entre diálogo con EE.UU. y diversificación.
Por su parte, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, exministro de Relaciones Exteriores, recomendó que “Perú debe diversificar su estrategia económica para no depender excesivamente del mercado estadounidense”.
Esto implica fortalecer la negociación en plataformas regionales como APEC o la Alianza del Pacífico para consolidar una posición más sólida en el mercado estadounidense y aprovechar beneficios mutuos como lo ha hecho China con EE.UU.



