La minera de la empresaria Eva Arias no solo repartiría explosivos sino que también estaría envenenando el río Marañón.
Poderosa estaría envenenando el río que alimenta al Amazonas y es fuente de vida de nuestro planeta.
En ediciones anteriores, este Diario reveló denuncias sobre los presuntos vínculos de Minera Poderosa, propiedad del grupo liderado por la empresaria Eva Arias, con redes de distribución irregular de explosivos que terminaban en manos de estructuras criminales en Pataz, La Libertad. Aquellas investigaciones perfilaban a la minera como un actor que se beneficiaba de un sistema de criminalidad
Hoy, nuevas evidencias agravan su historial, pues, Minera Poderosa no solo dinamitaría montañas para obtener oro, sino que estaría envenenando uno de los ríos más importantes del continente, sembrando muerte silenciosa en la Amazonía y en las comunidades que dependen de ella.
EL RÍO MARAÑÓN
CONVERTIDO EN UN
BASURERO TÓXICO
Diversas denuncias de comunidades de la zona de Vijus, área de influencia directa de Poderosa, señalan que sus plantas de procesamiento de oro estarían vertiendo relaves y aguas ácidas cargadas de metales pesados directamente en el río Marañón. Se trata del principal tributario del Amazonas, lo que convierte este hecho en una amenaza de escala
continental y mundial.
Pobladores aseguran que, en épocas de actividad minera intensiva, el agua se torna rojiza, los peces mueren flotando y los niños presentan cuadros constantes de diarrea, lesiones dérmicas e intoxicación. No es una percepción aislada ya que existen informes que señalan que los vertidos contienen sustancias letales para los ecosistemas y la salud humana.
UN ECOCIDIO QUE VIAJA
RÍO ABAJO HASTA
LA AMAZONÍA…
Ambientalistas consultados explican que la contaminación del Marañón provoca un fenómeno de bioacumulación por el cual los metales pesados se almacenan en plantas, peces y ganado y luego pasan al organismo humano. Es decir, poblaciones amazónicas alejadas físicamente del epicentro minero ya podrían estar recibiendo en su organismo el veneno de Minera Poderosa.
“Estamos ante un ecocidio progresivo, una destrucción lenta pero sistemática de una cuenca que alimenta al Amazonas y al planeta”, advierte un especialista en derecho ambiental entrevistado por este medio. Franja marginal del río Marañón es un área protegida convertida en zona industrial clandestina.
La legislación peruana establece que las franjas marginales de ríos estratégicos deben mantenerse como zonas protegidas, libres de actividad extractiva. Sin embargo, imágenes satelitales y testimonios locales muestran estructuras industriales de Poderosa instaladas dentro de esta área prohibida en donde hay piscinas de relaves, canales artificiales y bombas de vertido que desembocan directamente en el cauce natural.
MULTAS MILLONARIAS E
IMPUNIDAD RENTABLE
La propia historia sancionadora del Estado confirma el patrón de daño ambiental. OEFA ha multado a Minera Poderosa por más de S/350 millones por vertimientos irregulares
y manejo inadecuado de residuos. Lejos de frenar estas prácticas, la minera sigue operando sin modificaciones significativas, lo que sugiere que ha convertido las multas
que ni siquiera paga en un eventual costo asumible dentro de un modelo de contaminación rentable.
La doble moral empresarial de una Minera que se presenta como adalid de la formalidad mientras expulsa y margina injustamente a los mineros ancestrales. Mientras criminaliza
públicamente a los mineros ancestrales en Pataz, Minera Poderosa se posiciona como una empresa que protege el “orden legal” de la minería. Sin embargo, el contraste entre su discurso público y su historial de sanciones y denuncias revela un modelo basado en la depredación ambiental y la ocupación violenta de territorios, desplazando a comunidades ancestrales para controlar toda la cadena del oro.
¿QUIÉN FRENA A LA
GIGANTE DEL ORO?
Las investigaciones de la Fiscalía Ambiental avanzan con lentitud. Las comunidades temen que los vínculos de Minera Poderosa con sectores de poder político paralicen
cualquier sanción de fondo. Mientras tanto, el río sigue envenenándose, y el Amazonas podría estar recibiendo lentamente un cóctel tóxico del que ya no podrá recuperarse.
Ya había indicios de operaciones con rasgos criminales
Cuando este Diario informó sobre las denuncias de presunta distribución ilegal de explosivos en Pataz vinculadas a la operación minera, se evidenció una estructura que convivía con la expansión del crimen organizado y el control violento de socavones. Hoy, la contaminación del Marañón se suma como un nuevo capítulo de un mismo guion: el oro se extrae sobre una base de muerte, enfermedad y destrucción ecológica.




