Fracaso tras fracaso en los lotes petroleros revela un manejo dirigido a debilitar a Petroperú y favorecer oscuros intereses.
Con trabas, demoras y reglas cambiadas, la gestión de Pedro Chira convierte a Perú Petro en un obstáculo para Petroperú y abre la puerta a la privatización.
El Congreso y el Ejecutivo deben exigir cuentas: Perú Petro bloquea a Petroperú y hunde la soberanía energética.
La gestión de Pedro Chira al frente de Perú Petro se ha convertido en un verdadero fracaso. La empresa estatal encargada de administrar los contratos de hidrocarburos no ha logrado sacar adelante un solo lote en los últimos años y hoy es símbolo de ineficiencia, trabas burocráticas e intereses oscuros que buscan debilitar a Petroperú para luego abrirle camino a la privatización.
El caso más escandaloso es el Lote 192, el más importante de la Amazonía. Primero fue entregado a Altamesa, empresa que abandonó la operación después de tres años sin resultados. Posteriormente pasó a Petroperú, que buscó un socio estratégico y, tras un proceso complejo, alcanzó un acuerdo con la peruana
Upland. La propuesta fue presentada a Perú Petro para su calificación, trámite que debía resolverse en menos de 30 días. Pero han pasado casi 90 días y, en lugar de dar luz verde, Perú Petro decidió cambiar las reglas de juego. A Upland se le exige ahora más requisitos que a Altamesa en su momento.
Según nuestras fuentes los requisitos que le exigen a la nueva empresa no tienen ningún sustento técnico y solo se podría entender como una forma de traerse abajo la negociación directa que logró Petro Perú con su socio para explotar el lote 192. Todo esto desconociendo las condiciones que Petroperú ya había acordado con su socio estratégico.
La única explicación posible es que desde dentro se busca boicotear a Petroperú. Y el 192 no es el único caso. El Lote Z-69, cuya convocatoria se realizó este 16 de septiembre, fue declarado desierto porque ninguna de las empresas habilitadas presentó propuesta. Lo mismo ocurre con el Lote I, con más de seis meses de retraso, y con el Lote IV, entregado sin mayor verificación a una empresa hoy en serios problemas.
La ineficiencia de Perú Petro es total: no solo no logra adjudicar lotes, sino que además se dedica a entorpecer los procesos en los que participa Petroperú. La
gestión de Pedro Chira y su gerente general, Pantigoso, parece orientada a bloquear cualquier alternativa que permita a la petrolera estatal retomar un rol activo en la exploración junto con socios privados.
Hoy la pregunta es clara: ¿quién se beneficia de un Petroperú debilitado y asfixiado? Todo apunta a que existen intereses privados y oscuros dentro del propio Estado que buscan preparar el camino para una eventual privatización.
Frente a este panorama, el Congreso tiene la obligación de abrir una investigación inmediata sobre la gestión de Perú Petro y el Ejecutivo debe exigir cuentas claras a Pedro Chira y su equipo. La ciudadanía no puede seguir tolerando que una entidad estratégica para la soberanía energética del país sea convertida en un obstáculo para el desarrollo nacional. Porque a estas alturas ya no hay dudas: Perú Petro no gestiona, no promueve, no soluciona. Solo frena, bloquea y fracasa.
LAS COMUNIDADES NATIVAS que exigen la reactivación o que se cumplan compromisos relacionados al Lote 192 se ubican mayormente en Loreto, cuencas de los ríos Corrientes, Pastaza, Tigre, Marañón y Chambira. Algunas federaciones y organizaciones que participan o que han levantado demandas son:
•FEDIQUEP: Federación de Comunidades Nativas Quechua del Pastaza
• FECONACOR / FECONACO: Federación de Comunidades Nativas del Corrientes
• OPIKAFPE: Organización del Pueblo Indígena Kichwa Amazónico de la Frontera Perú-Ecuador
• Acodecospat: Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca Y algunas comunidades concretas citadas son Nuevo Andoas, Los Jardines, Alianza Nueva Capahuari, José Olaya, Nueva Jerusalén, Antioquía y 12 de Octubre, entre otras.