Burgomaestre cree que los chanchos vuelan y asegura que decisión la tomará después de un retiro espiritual en octubre.
“No (seré candidato), por el bien del Perú, por el bien de mi país…”, prometió hace meses el gestor del tren chatarra.
Lo negó como judas. Rafael López Aliaga continúa generando incertidumbre sobre su futuro político. El alcalde de Lima mantiene en evaluación su renuncia al cargo municipal para postular a la presidencia en 2026, pese a haber declarado anteriormente que no sería candidato “por el bien del
Perú”. La decisión final la tomará tras un retiro espiritual programado para octubre, mientras su partido, Renovación Popular, ya confirma su respaldo a una eventual candidatura presidencial.
CRONOGRAMA
DE DEFINICIONES
POLÍTICAS
López Aliaga anunció que el próximo lunes realizará una conferencia de prensa donde dará “un anuncio importante respecto al futuro del Perú”.
El alcalde confirmó que aún tiene tiempo para reflexionar sobre su futuro: “Ya lo dije, es una cruz esto, hay que ver qué voy a hacer con mi vida, también tengo derecho a hacer mi vida”.
El burgomaestre fijó el 12 de octubre como fecha clave para su retiro espiritual, momento en el que tomará una decisión definitiva sobre su candidatura.
“Este tema no es fácil. Hay que entra a ver qué chapa, sin preparación en el sector público ni en el privado”, expresó durante una entrevista.
RENOVACIÓN POPULAR
ACELERA LOS TIEMPOS
La congresista Norma Yarrow, secretaria general de Renovación Popular, confirmó que existe consenso partidario sobre la candidatura presidencial de López Aliaga. “Sería mentirosa si digo que hay otra opción. Está claro por lo que vemos y sentimos dentro del partido”, declaró en RPP. Yarrow detalló que
Renzo Reggiardo, actual teniente alcalde, asumiría la conducción municipal en caso de renuncia de López
Aliaga. La congresista también defendió el perfil del alcalde: “Rafael está consciente de que no se puede gobernar con discursos de odio ni frivolidades. Lo que él ve en sus recorridos es pobreza, falta de conectividad y un sistema de salud colapsado”.
CONTRADICCIONES EN
EL DISCURSO POLÍTICO
López Aliaga había declarado previamente en una entrevista televisiva que no sería candidato presidencial en 2026. “No, por el bien del Perú. Por el bien de mi país, tiene que haber una coalición de partidos demócratas”, afirmó en aquella oportunidad, mencionando a Fuerza Popular y sectores de Acción Popular como posibles aliados.
El alcalde justificó entonces su decisión como un gesto patriótico para consolidar un frente democrático. “Cuando doy mi palabra, mi palabra vale oro”, había asegurado. Sin embargo, su posición actual contradice estas declaraciones anteriores.
GESTIÓN MUNICIPAL
EN TENSIÓN
López Aliaga defiende su gestión municipal mientras evalúa su salida. El alcalde mencionó un “shock de inversiones” de cinco mil millones de soles que, según él, provienen de recursos recuperados de la corrupción. “Hay un montón de obras programadas para este año y el siguiente”, aseguró.
El burgomaestre ha mostrado irritación ante las constantes preguntas sobre su futuro: “Es mi vida personal y ya veré qué hago con mi vida. Ustedes preguntan tanto que parece insulto”. Considera su decisión como un asunto estrictamente personal que evaluará en soledad.
PANORAMA ELECTORAL
FAVORABLE
La última encuesta de Ipsos Perú ubica a López Aliaga en primer lugar de intención de voto presidencial con 10%, superando a Keiko Fujimori (8%) y Carlos Álvarez (6%). Esta posición favorable podría influir en su decisión final
sobre la candidatura.
En diversos puntos de Lima ya aparecen carteles con el lema “Rafael presidente 2026”, lo que evidencia una campaña anticipada que presiona por su postulación. López Aliaga reconoce que redacta un plan de gobierno, aunque insiste en que aún no define su candidatura.
El juego de las indefiniciones
López Aliaga convierte su indecisión en estrategia política. Su constante
evaluación sobre renunciar a la alcaldía genera expectativa mediática y posiciona su figura sin asumir costos políticos inmediatos. Esta ambigüedad le permite mantener el cargo municipal mientras construye candidatura presidencial, aprovechando recursos públicos para fortalecer su imagen nacional. La contradicción entre sus declaraciones pasadas de no postular y su actual indefinición revela un cálculo político que prioriza la conveniencia electoral sobre la coherencia discursiva. Su retiro espiritual de octubre parece más una estrategia de marketing político que una reflexión genuina sobre el servicio público.
DATO: LÓPEZ ALIAGA lidera las encuestas presidenciales con 10% de intención de voto, pese a no haber confirmado oficialmente su candidatura. Su partido ya respalda su postulación mientras él programa un retiro espiritual en octubre para tomar la decisión final, generando un calendario político que mantiene en suspenso tanto su gestión municipal como las definiciones electorales de la derecha peruana.