El líder norcoreano Kim Jong-un presenció maniobras de operaciones especiales y ataques coordinados de tanques, mientras enfatizaba la necesidad de entrenamientos más realistas y creativos para sus tropas.
Kim Jong-un supervisó esta semana ejercicios tácticos de unidades especiales y tanquistas del Ejército norcoreano. Durante la inspección en una base militar, el mandatario exigió mejorar los métodos de entrenamiento para garantizar que las tropas estén listas para «ganar cualquier batalla en cualquier momento».
Inspección en campo
El líder norcoreano observó personalmente las maniobras desde un puesto de control. Revisó los contenidos y métodos de entrenamiento, verificando que la base cumpliera con todas las condiciones necesarias. «La guerra moderna es un enfrentamiento entre talentos militares», declaró Kim durante la visita.
Discurso a los mandos
Kim Jong-un enfatizó que los ejercicios deben fomentar la iniciativa e independencia de los comandantes. Criticó los métodos rutinarios y pidió creatividad en las simulaciones. «Deben convertirse en parte de la vida diaria de los soldados», insistió el líder sobre los entrenamientos.
Preparación constante
El mandatario estableció tareas concretas para modernizar los programas de adiestramiento. Exigió que las prácticas reflejen escenarios reales de combate. Su mensaje fue claro: Corea del Norte mantendrá sus fuerzas en alerta máxima ante posibles conflictos.
Contexto regional
Estas maniobras ocurren en un momento de tensión en la península coreana. Pyongyang intensifica su retórica militar mientras continúa desarrollando su programa armamentista, pese a las sanciones internacionales. Los ejercicios buscan demostrar capacidad operativa ante eventuales escenarios de conflicto.
