El Gobierno anunció que alrededor de 3500 efectivos de las FF. AA. han sido enviados a diversos puntos del país para sofocar focos del fuego.
La situación caótica que viven diversas regiones del país debido a los incendios forestales ha generado una alerta nacional. Desde hace varios días, las llamas se han extendido de manera incontrolable en provincias de Amazonas, Áncash, Lambayeque, Puno, Cusco y otras zonas, afectando gravemente el ecosistema y la vida de los residentes. Las autoridades locales y regionales han tomado medidas urgentes para controlar esta terrible situación, que está afectando la flora y fauna de cada lugar. En la siguiente nota, te contamos todos los detalles.
Según la información más reciente del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) del Indeci, seis personas han fallecido debido a los incendios forestales que han golpeado duramente las regiones de la sierra y selva en estas últimos días.
En lo que va del 2024, se han reportado 173 incendios forestales, causando 59 heridos y dejando 1,634 personas damnificadas. Estos eventos han generado un impacto significativo en las comunidades y el medio ambiente, dejando secuelas devastadoras en varias regiones del país.
En Amazonas, los bomberos han anunciado que ya no atenderán más siniestros debido al agotamiento de su personal, quienes tras días de trabajo continuo han visto afectada su salud.
Los incendios forestales continúan devastando el Perú, afectando gravemente a regiones como Amazonas y Áncash, que han solicitado la declaración de estado de emergencia debido a la magnitud del desastre. Estos siniestros están arrasando extensas áreas de cultivos y vegetación natural, mientras se reportan varias muertes causadas tanto por las llamas como por el denso humo.
Según la prensa local, el 12 de septiembre, un helicóptero MI-17 de la Fuerza Aérea realizó un vuelo de reconocimiento en el sector de Lamud, pero tuvo que regresar a la base debido a la densa neblina que cubría la zona. La situación fue la misma este 13 de septiembre.
Lamentablemente, la emergencia sigue fuera de control, devastando miles de hectáreas de cultivos y áreas naturales. Los animales, atrapados en el avance de las llamas, sufren muertes agonizantes, mientras que otros pierden su hábitat, viéndose obligados a huir en busca de refugio.
La crisis se agrava con el reciente comunicado de las compañías de Bomberos, que han informado que ya no podrán atender nuevas emergencias relacionadas con los incendios forestales. Esta decisión se debe a que su personal ha estado en constante actividad durante varios días, enfrentando un ritmo de trabajo exigente y causando un agotamiento severo entre los voluntarios. El cansancio ha tenido un impacto en la salud de los bomberos y la situación es igual para los brigadistas voluntarios.
bosques. Además, se han perdido 30 hectáreas de cultivos, afectando gravemente a las comunidades locales.
El Parque Nacional Huascarán, hogar de 20 picos nevados, está en peligro inminente. El fuego ha arrasado más de 1,000 hectáreas de su vegetación, y se teme que esta cifra podría elevarse a 5,000 para fin de año.
La magnitud del desastre en Áncash también se refleja en la pérdida de vidas humanas: cuatro personas han muerto hasta la fecha, residentes de Huaraz, Huari, Bolognesi y Pallasca. Además, 13 animales han perecido y 128 personas han perdido su fuente de sustento. Entre los daños materiales, se contabilizan 14 personas damnificadas, 11 viviendas afectadas y 15 chozas completamente destruidas.
Ante esta situación de emergencia, el Gobierno Regional de Áncash, a través de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres, está elaborando un informe técnico para solicitar la declaratoria de Estado de Emergencia al gobierno nacional.
