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El Congreso es un chiste

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En otro lenguaje

Por: Jaime Asián Domínguez

Al pasar por el frontis del Congreso de la República, un hombre escucha tremendo griterío que salía desde el hemiciclo: “Violador”, “corrupto”, “sinvergüenza”, “lobista”, “ladrón”, “traidor”, “difamador”, “choro”, “estafador”, “mentiroso”, “dormilón”, “mañoso”, “comechado”, “avivato”, “tramposo”, “figureti”, “faltón”, “mochasueldo”, etc. Sorprendido, el hombre se acerca al personal de seguridad y pregunta: – “¿Qué pasa adentro?, ¿se están peleando?”. – No, señor, están pasando lista.

Este recurrente chiste de Melcochita y Miguelito Barraza, los bravos del humor, salta a diario a la realidad y, en ocasiones, en lugar de carcajadas, provoca llorar a chorros de lamento porque recoge una radiografía clara e irrebatible de los especímenes del irrespeto y la infidelidad al pueblo que los eligió, como son los actuales ‘padres de la patria” (salvo algunas y contadas excepciones). Nunca antes se vio una promoción de legisladores tan impresentable como la que tenemos en funciones.

La estadística indica que ya suman 26 los congresistas que han sido repudiados y hasta expectorados por la ciudadanía en actos públicos, siendo la última de la fila doña María Antonieta Agüero Gutiérrez, quien ha cavado su propia tumba política no solo por “mochasueldo” sino también por malagradecida, ya que lanzó frases discriminatorias contra los alumnos de dos colegios mistianos y hasta expresó que no puede decir que es de Arequipa (la región que la llevó al Parlamento en 2021) porque no se siente characata. La causa y efecto de esta pachotada fueron los huevazos y abucheos con que la echaron.

Este panorama tan magro del Poder Legislativo se ve reflejado en la espantosa desaprobación que registra en la actualidad, según el último sondeo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP): 94%. Es decir que, prácticamente, ya no representa a nadie y las llamadas “semanas de representación”, como la que se inicia hoy, son un saludo a la bandera y un gasto por las puras. Así que, como también diría Melcochita, ¡no lo vean! Y el “Chato” Barraza remataría que el Congreso es ¡horroroooso!

(*) Analista político y consultor de contenidos

“Nunca antes se vio una promoción de legisladores tan impresentable como la que tenemos en funciones”.