En la inmensidad del Amazonas, donde la vida se forja con perseverancia y un espíritu indomable, Gladis Murrieta Pacaya emerge como un faro de inspiración. Desde el distrito de Puinahua, en la provincia de Requena, departamento de Loreto, su historia de resiliencia y tenacidad resuena a lo largo de la región, simbolizando la lucha y el espíritu de superación que caracterizan a sus habitantes.
A la edad de 24 años, siendo la mayor de diez hermanos y criada solamente por su abuela, Teodomira Shahuano Huaymacari, en Bretaña, Gladis, encarna la esencia de la valentía. Convertirse en madre a una edad temprana y asumir la responsabilidad de criar sola a sus dos hijos, Valentina Cristal y Samir Santiago de 7 y 3 años respectivamente, lejos de desanimarla, ha reforzado su determinación.
Su existencia, definida por el desafío de navegar las agitadas aguas de los ríos Amazonas, Marañón y Ucayali, así como por los retos cotidianos, es una prueba viviente de su fortaleza y coraje. Su trabajo como mototaxista, colaborando con la empresa PetroTal, trasciende el simple sustento: se convierte en el emblema de su constante lucha por forjarse un futuro mejor.
Esta joven madre, impulsada por su sueño de convertirse en tecnóloga médica, se levanta cada día antes del alba, dedicando esfuerzo constante y ahorrando para su educación, enfrentando así las adversidades que se le presentan. Este mismo empeño lo demostró como alumna del centro educativo Héctor Hugo García Vásquez en Bretaña. Actualmente, viviendo en Iquitos y cuidando un terreno de un familiar, Gladis continúa con sus estudios, albergando la esperanza de ser seleccionada para la «Beca PetroTal», una oportunidad que no solo mejoraría su calidad de vida, sino que también reconocería su perseverancia, esfuerzo y dedicación.
Ahora, residiendo en Iquitos y cuidando un terreno de un familiar, esta joven mototaxista sigue adelante con sus estudios, alimentando la esperanza de ser seleccionada para la «Beca PetroTal», una oportunidad que significaría no solo un avance en su calidad de vida, sino también el reconocimiento a su perseverancia, esfuerzo y dedicación.
Gladis Murrieta, afirma con convicción: “Estoy segura de ganar la beca PetroTal, porque estudio mucho. Desde aquí, hago un llamado a los jóvenes de Puinahua para que aprovechen esta gran oportunidad de estudiar y tener una profesión para el orgullo de sus hijos. Mi agradecimiento a la empresa petrolera por pensar en aquellos que más lo necesitan”.
En este marco, PetroTal ha lanzado su Programa de Becas 2024, destinado a fomentar el desarrollo educativo y de habilidades entre los jóvenes, incluidos aquellos que, como Gladis, aspiran a superarse mediante la educación superior. Este programa se erige como un faro de esperanza para aquellos que, sin importar su edad, desean emprender estudios universitarios o técnicos en 2024, demostrando un rendimiento académico destacado. Gracias a la colaboración de la municipalidad distrital de Puinahua y el Vicariato Apostólico de Requena, PetroTal ofrece becas completas y parciales, abriendo el camino hacia la vida universitaria y garantizando el éxito académico y personal de los estudiantes.
La historia de esta joven guerrera no solo ilustra la valiosa oportunidad que representa la «Beca PetroTal», sino que también se erige como una fuente de inspiración. Nos recuerda que la determinación y el coraje son capaces de derribar cualquier barrera, permitiéndonos alcanzar nuestras metas. Su vida rinde homenaje a la fortaleza femenina y enfatiza la importancia de apoyar el talento y la resiliencia de las mujeres.
En el Día Internacional de la Mujer, la narrativa de Gladis Murrieta Pacaya, se convierte en un tributo a todas las mujeres que, armadas con esperanza y determinación, labran su propio destino día tras día. Su historia es una lección de superación y tenacidad que nos motiva a creer en el poder transformador del ser humano, capaz de convertir la adversidad en oportunidad.