En Otro Lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez (*)
Ya hemos dicho En Otro Lenguaje que Nayib Bukele, el presidente de El Salvador reelecto hace una semana con amplia mayoría, no es santo de nuestra devoción; es más, le hemos puesto la cruz a esa santificación autocrática que le otorgan varios presidentes de América Latina, sin embargo, tampoco somos ciegos para obviar una verdad tangible: ha colocado a la violencia callejera y el crimen organizado contra la pared, aspiración de sociedades tomadas por el delito en todas sus modalidades, como la nuestra.
La reiterada pregunta es si el fin (en este caso, lograr la seguridad ciudadana) justifica los medios (estado de excepción, encarcelamiento masivo y garantías fundamentales al filo de la navaja) y la respuesta sigue siendo la misma: ¡No! En un país democrático debe primar la inteligencia por sobre la brutalidad porque el aplauso furtivo luego de calatear públicamente a un cogotero puede alimentar apetitos extremos como la entronización en el poder.
En ese aspecto, debemos prestarle oído a lo que le dijo Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica y experta en seguridad, a la BBC News Mundo: “Para mí sería un signo de fracaso contundente salir a hacer alarde de que tengo la prisión más grande del mundo. Yo quisiera competir diciendo que tengo las escuelas más grandes y eficientes del mundo, pero no las cárceles. Allí evidentemente hay un símbolo de una sociedad fallida”. O sea, chau Bukele y demás hierbas.
Hablando de mandatarios, quien sí ha sentado un precedente de que en política los errores se pagan con la renuncia es la presidenta de Hungría, Katalin Novák. Dimitió luego de un polémico indulto al director de un hogar infantil que intentó ocultar casos de pederastia. Qué lejanos estamos en el Perú de la profilaxis funcional que se practica en otros lares en respeto a la voluntad popular. Aquí gobierna la mamadera.
(*) Periodista y Consultor de contenidos
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“Qué lejanos estamos en el Perú de la profilaxis funcional que se practica en otros lares en respeto a la voluntad popular”.