Rubén Arratia, director de Investigación de Metales Base y Metales Preciosos de la consultora Wood Mackenzie, dijo que la producción de cobre en Perú ha bajado hasta el punto que República Democrática del Congo le arrebataría el segundo lugar en producción mundial de ese metal el próximo año 2024. Advirtió que puede bajar más, si no se ponen en marcha los nuevos proyectos mineros que están en cartera.
“Para este año 2023 prácticamente va a haber un empate entre la República Democrática del Congo y Perú. Ambos países van a estar produciendo 2.7 millones de toneladas de cobre, pero el próximo año 2024 el Congo empieza a superar ligeramente a Perú, pero para el 2025 la diferencia es bastante fuerte”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que el Perú estaría produciendo el 2025 solo 2.8 millones de toneladas aún con la producción de Quellaveco y el Congo 3.2 millones de toneladas. “Hay dos razones. Primero, el Congo está caminando a una velocidad bastante fuerte, la calidad de yacimientos que ellos tienen es de mejor calidad y de mejores leyes”, indicó.
Informó que, después de Quellaveco, prácticamente hasta el 2030 no se visualiza ningún otro proyecto minero de envergadura en el Perú. “Se va a poner mucho más difícil todavía. No es que solamente el Congo le vaya a pasar, sino que la producción de Perú va a bajar y consecuentemente el Canon minero que se distribuye las regiones mineras también va a bajar de manera significativa”, afirmó.
“Cuando se habla de 53,000 millones de dólares siempre hay que considerar de que es el potencial que tiene el Perú, pero que el potencial se transforme en una realidad hay una distancia bastante fuerte. En realidad, si los políticos no comprenden que tienen que caminar el sentido de la urgencia que necesita el Perú para crear empleo, la delincuencia va a seguir subiendo y para que haya empleo tiene que haber inversión”, expresó.
Destacó que el año pasado Southern Perú ofreció sacar un proyecto de fundición para darle valor agregado al cobre del sur del Perú y sacar el producto de Tía María al mismo tiempo, pero el Gobierno no hizo nada para impulsarlos. “Ofreció 8000 millones de dólares. La inversión ya está lista en ese caso, no se tiene que esperar 8 o 10 años. Igualmente, Conga en Cajamarca es una región bastante pobre y tiene proyectos de cobre”, observó.
“A la luz de la transición energética que necesita el mundo para ayudar a reducir las emisiones que están afectando el cambio climático todos los países que puedan producir cobre van a ser bienvenidos. Esa es una oportunidad de una sola vez en la vida. Una vez que pase, en unos 15 o 20 años ya la demanda de cobre se estabilizará. Mientras tanto la demanda de cobre es bastante alta y es una oportunidad gigante para países como Chile, Perú, Ecuador, Argentina”, precisó.
Enfatizó que el problema de la minería es un problema de decisión política. “Mientras los políticos no quieran gastar su capital político para sacar los proyectos, que según algunas personas que no conocen el sector minero piensan que siguen viviendo en los años 70. El sector minero ha cambiado dramáticamente, utiliza tecnología de altísima precisión y en consecuencia el impacto digamos que puede haber sobre el ambiente es mínimo”, apuntó.
Mencionó que el tipo de inversión que está buscando a la presidente Dina Boluarte se va a materializar probablemente en siete o diez años. “Mientras tanto, el Perú sigue una situación difícil sobre la situación del empleo, pero habría esperanzas si los políticos tuviesen un sentido de realidad y de urgencia porque el Perú tiene proyectos que están listos para salir”, subrayó.