En una sesión totalmente accidentada, el Concejo Provincial de Trujillo ratificó ayer por unanimidad la decisión de suspender al alcalde provincial, César Arturo Fernández Bazán, por tener sentencia en segunda instancia, y denegaron a su vez el recurso de reconsideración que presentó la autoridad edil.
Cuando los concejales llegaron al Palacio Municipal para participar de la sesión extraordinaria, un grupo de simpatizantes del alcalde Arturo Fernández los atacó lanzando huevos, insultos y luego irrumpieron en la Sala de Regidores para impedir que se continúe la sesión.
Sin embargo, otro grupo de personas que está en contra de la autoridad municipal se enfrentó al otro bando e impidió que la sesión se interrumpiera. Los periodistas que lograron ingresar al Palacio Municipal también fueron víctima de los agravios de los simpatizantes de la autoridad edil, quienes muchos de ellos intentaban ocultar su rostro con mascarillas.
Arturo Fernández fue suspendido por unanimidad por el Concejo Provincial el 14 de septiembre, debido a que había sido sentenciado en doble instancia por el delito de difamación en agravio de una oficial de la Policía Nacional del Perú (PNP), cuando aún era alcalde del distrito de Moche.
Responsabiliza a regidores
Previo a la sesión, el alcalde de Trujillo, Arturo Fernández, aseguró en un comunicado que la sesión extraordinaria convocada para hoy estaba suspendida, y que los regidores intentaron desconocer la autoridad máxima del alcalde, según norma vigente.
Mencionó, asimismo, que los regidores son responsables, individualmente, de los actos violatorios de la ley, practicados en el ejercicio de sus funciones y, solidariamente, por los acuerdos tomados.
Fernández aseguró que se tomarán acciones necesarias en defensa de la institucionalidad municipal e hizo un llamado a defender a la municipalidad ante lo que considera un “golpe contra el estado de derecho” que se pretende en su desesperación (de parte de los regidores) de tomar el poder.