Por Edwin Cavello Limas
El Museo Nacional del Perú (MUNA) nos sigue dando sorpresas con los defectos de su construcción. Una obra que costó casi 600 millones de soles continúa sin inaugurarse oficialmente por problemas de corte de luz, inundaciones, desmoronamientos, sustracciones de baterías, 1500 observaciones de Contraloría y, ahora también, por el mal funcionamiento de los ascensores donde el personal del museo se queda atrapado por horas.
A pesar de que hemos advertido que la ministra Leslie Urteaga Peña no tiene la capacidad que requiere el cargo, la presidente Dina Boluarte insiste en mantenerla como titular del Ministerio de Cultura, y el error de la mandataria se basa en su gran ignorancia y en los favores que tiene que pagar a gente que le ayudó en ocupar el sillón presidencial donde antes se sentaba Pedro Castillo. No solo es una historia de traición, aquí también existen pactos políticos y oscuras negociaciones que van saliendo a la Luz.
Una fuente nos dice “aquí en el MUNA todo se negocia, la señora Rossana Acuña como encargada de la Unidad Ejecutora N°008, es la pieza de Palacio. Ella viene contratando gente que no tiene la capacidad ni la experiencia, pero, además, los contratos con la empresa de seguridad y limpieza que realiza deben ser investigados porque serían conversados. Todos se llevarían su porcentaje”.
Desde esta columna ya habíamos advertido las movidas de la señora Acuña y los graves hechos que vienen ocurriendo en el Museo Nacional del Perú. Lo del miércoles pasado en el ascensor pudo convertirse en una tragedia. El 15 de noviembre, como todos los días, el trabajador del museo de nombre Luciano, llegó para realizar sus tareas habituales, se dirigió al ascensor y sorpresivamente quedó atrapado en el ascensor del sótano 1.
El trabajador entró en desesperación, pedía ayuda pero no podían sacarlo, el tiempo pasaba y comenzó a sofocarse porque no había forma de socorrerlo, los minutos avanzaban y por más de una hora quedó atrapado ante la falta de reacción y la nula acción de seguridad para estos casos.
En medio de las cosas que vienen ocurriendo en el MUNA, funcionarios de la Contraloría han visitado las instalaciones la semana pasada. Se han identificado nuevos hallazgos que serán presentados en un nuevo informe de la Contraloría. Además, la congresista Sigrid Bazán ha solicitado a la ministra de Cultura la relación de las órdenes de servicio emitidas por la Unidad Ejecutora N°008, donde el alfil de Palacio es Rossana Acuña.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar esta ineficiencia? ¿Tiene que haber un muerto para que recién reaccionen? Parece que sí.