Después de 1 semana y 3 días, la Policía Nacional halló a Iván Díaz Garrido abandonado y envuelto en cinta de embalaje en el distrito de Laredo, luego de haber sido raptado en su negocio el pasado 26 de octubre. Efectivos de la PNP del distrito de Laredo lo ubicaron durante un patrullaje de rutina. La víctima fue hallada enmarrocado de manos y envuelto con cinta de embalaje en horas de la noche del último jueves 2 de noviembre. Lamentablemente, los secuestradores del empresario trujillano decidieron amputarle dos dedos ante la falta de respuesta por su recompensa.
Tras haber reconocido a los efectivos que fueron a su rescate, Iván Díaz brindó todos sus datos personales a los oficiales y fue así como se confirmó el paradero de este empresario, quien presentaba notables signos de haber sido torturado por todo su cuerpo.
El empresario permanece en la clínica Sanna de Trujillo, donde le están brindando todos los cuidados médicos necesarios para su recuperación. Cabe resaltar que la familia de Iván ya fue informada sobre su paradero y ya se encuentran junto con él en este establecimiento de salud.
Cámaras de seguridad instaladas en la propiedad registraron que el empresario se encontraba sin zapatos, con un pantalón naranja y sin polo. Nadie lo ayudó a pesar de que gritó y se resistió a ser raptado en un auto de color negro.
Sus familiares realizaron varias protestas para pedir a las autoridades que lo ubiquen y finalmente la madrugada de este viernes 3 de noviembre fue liberado.
Como se sabe, los secuestradores les pidieron que paguen USD200,000 a cambio de la liberación del empresario. Les dieron un plazo de 24 horas, pero recién una semana y tres días después Iván Díaz Garrido fue liberado.
El coronel PNP Francisco Vargas Andonayne declaró que la víctima permanece segura y recibe los cuidados que necesita.
“El señor se encuentra estable, hable con él”, respondió a las afueras de la clínica.
También aseguró que vienen investigando el paradero de los secuestradores, quienes en principio pidieron medio millón de dólares para liberarlo. Luego, exigieron USD250.000 y en los últimos días USD100.000.
“La familia nos ha asegurado que no han pagado”, resaltó Vargas.
Se sabe que la Policía Nacional del Perú (PNP) venía buscando a los malhechores en los distritos de La Esperanza y El Porvenir. Habían concluido que los secuestradores integraban la banda criminal “Los Pulpos”.