AUNQUE PAREZCA TERCO,seguiremos repitiendo que el actual gabinete ya no da para más y que se
impone el recambio para detener la caída de la aceptación gubernamental en las encuestas de opinión
El domingo pasado, a las 9 p.m., Alex Contreras acomodó toda su humanidad en la pequeña silla del estudio televisivo de Frecuencia Latina y se aprestó a darle una pateadura a Mónica Delta. Como bien dijo el colega de esta Christian Hudtwalcker, el ministro de Economía no había ido por cuenta propia sino encomendado para responder la crítica del contralor sobre la imprevisión del gobierno ante el Fenómeno El Niño.
No le fue bien, ni con Nelson Shack ni con la experimentada periodista que le sacó una frase que ha marcado la coyuntura de esta semana “Si no hay ceviche, me como un pollo saltado o un arroz con mariscos”, dijo causando la indignación popular tanto por su incapacidad para explicar la falta del limón como por su desconocimiento del coste de los alimentos que lo llevan a proponer consumo de pollo o mariscos, productos impensables en la canasta de los pobres.
FATIGADOS
El desastre televisivo del ministro de Economía es comprensible en el contexto de un gabinete desgastado y débil. Él mismo ya no es capaz es convencer a nadie, excepto a la presidenta de la República, que en economía vivimos en el país de las maravillas. En las últimas semanas, el Banco Central de Reserva ha registrado la caída de la inversión privada y el propio ministerio de Economía ha revelado que hasta agosto no se ha avanzado sino en 38.3% de la inversión pública proyectada, a pesar de que ha transcurrido el 58% del año fiscal. El propio ministro ha tenido que reconocer que el crecimiento del país no será de 2.1% en 2023, como era su meta, sino solo 1.1% siempre y cuando el Fenómeno El Niño no se adelante.
Este panorama es el que debe de llenar de estrés al titular del MEF y aumentar su apetito, por lo que en acto fallido en lugar de dar explicaciones conceptuales suelta frases ofensivas como la que ha generado la polémica. Pero Contreras no es el único fatigado del gabinete. Hay varios otros ministros que ya no dan más. Por ejemplo, la titular de Vivienda Hania Pérez de Cuéllar que enero de este año, contra viento y marea, nombró a Hernán Piscoya como presidente de Sedapal. Varios medios de comunicación, incluidos nosotros, advertimos la inconveniencia de la decisión, pero laministra no escuchó a nadie.
En siete meses, Piscoya no ha logrado ejecutar ni una sola obra, ha levantado al directorio en su contra, se ha peleado con la población beneficiaria del trabado proyecto de La Rinconada y con el sector privado. Por ello, no ha sido raro que en un esfuerzo desesperado por mantenerse en el gabinete, la Pérez de Cuellar haya renunciado a Piscoya por Twitter, aprovechando una denuncia por manejo en estado de ebriedad. En cualquier Estado civilizado, más grave sería que el presidente de la empresa de saneamiento deje siete meses sin agua a los pobres que por manejar con unas copas demás, pero estamos en el país de las maravillas. Solo falta que le den las gracias por los importantes servicios prestados a la Nación.
PATINADA FINAL
La otra ministra agobiada es la titular de Desarrollo Agrario y Riego, Nelly Paredes del Castillo, quien ya no aguanta el fajín, y a quien ajustan tanto la Procuradoría General del Estado como el Congreso de la República. La Procuraduría ha solicitado al Ministerio Público iniciar investigaciones preliminares contra la ministra, por la comisión del delito de negociación incompatible tras las denuncias de contrataciones irregulares en su cartera, a favor de familiares y sus testigos de matrimonio, que nunca merecieron ni un jalón de orejas en el consejo de ministros.
Por su parte, el pleno del Congreso ayer dio cuenta de la Moción de Orden del Día nro. 7001, que propone interpelar a la ministra a fin de que responda por el mal uso e ineficiente ejecución presupuestal del plan «Con Punche Perú». La moción está firmada porr legisladores del Bloque Magisterial, Concertación Nacional, Perú Libre, Fuerza Popular, Avanza País, entre otros, y consta de 15 preguntas. Sin duda, será aprobada. Lo peor es que una pregunta es “¿Cuándo habrá, de nuevo, limones en Lima y la ministra ni nadie lo saben” El agotamiento de estos tres y de otros ministros presagian un cambio muy pronto.
DATO: DESFILE. En los últimos días se ha registrado el ingreso a Palacio de Gobierno de distintos visitantes, llevando sendas carpetas con CV, que son prolijamente evaluados por los asesores de la presidenta
