Cambia el discurso.La presidenta Dina Boluarte brindó una conferencia de prensa acompañada de Alberto Otárola y el titular de Economía, Alex Contreras, luego de sostener una sesión del Consejo de Ministros. Desde Palacio de Gobierno la mandataria manifestó que continuarán trabajando hasta el 2026 y descartó un adelanto de elecciones.
«Ese tema del adelanto de elecciones está cerrado, seguiremos trabajando de manera responsable, en respeto al Estado de derecho, la democracia y la Constitución, hasta julio de 2026”, recalcó la presidenta con un tono apacible. Si bien el mes pasado Boluarte le dijo a un medio local que su intención es la de “gobernar conforme a la Constitución”, esta es la primera vez que afirma sin titubeos su plan de mantenerse en el poder en los próximos tres años.
El poder que no deja escapar a quienes la detentan
El 12 de diciembre de 2022, cinco días después de asumir el cargo de presidenta de Perú, Dina Boluarte aseguró “haber interpretado de la manera más amplia la voluntad de la ciudadanía” y que por ello había decidido “lograr un acuerdo con el Congreso para adelantar las elecciones generales para abril de 2024″. Este jueves ha dejado claro que seguirá en el poder hasta julio de 2026, es decir, hasta agotar el período iniciado en 2021 por Pedro Castillo, hoy en la cárcel por un intento fallido de autogolpe.
A fines de enero, cuando decenas de manifestantes habían perdido la vida durante las protestas y su gobernabilidad ya era muy cuestionada, la sucesora de Castillo emplazó al Legislativo a reconsiderar los nuevos comicios y señaló que de no hacerlo, el Ejecutivo presentaría un proyecto de ley. “Congresistas, tienen que entender su responsabilidad histórica […]. Digámosle al Perú entero, con la más alta responsabilidad: ‘nos vamos todos”, les instó enérgicamente. Incluso le puso fecha tentativa al proceso electoral. “La primera vuelta debería ser el segundo domingo de octubre, y la segunda vuelta, en diciembre”, prometió en ese entonces.
Boluarte llegó al poder tras la destitución de Castillo, que trató de dar un autogolpe de Estado. El exmandatario acabó preso y su vicepresidenta, Boluarte, se convirtió en la primera presidenta de la historia de Perú. Boluarte fue recibida con unas intensas protestas en las calles, que la policía reprimió. Se contaron decenas de muertos que instituciones como la ONU han atribuido al exceso desproporcionado del uso de la fuerza por parte de la policía. Aunque estuvo muy cuestionada, tanto nacional como internacionalmente, la presidenta se mantuvo en el sillón y, por sus declaraciones más recientes, no tiene pensado abandonarlo en un plazo breve.