La Selección Colombia presentó dos caras muy distintas en su amistoso contra Corea del Sur que terminó igualado 2-2 en Ulsan: una de lentitud e impotencia ante el vértigo asiático, otra de carácter y personalidad para voltear la situación.
Los «cafeteros» perdían 2-0 en el primer tiempo, pero en el segundo tiempo castigó rápido e igualó la cuenta 2-2 con los mismos hombres pero con otra actitud.
A los 9′ de juego, aceleraron los coreanos, dejó corto el pase el arquero Camilo Vargas en la salida por la banda izquierda y el rebote le quedó a casi nadie, a Son, quien le puso la pelota al palo imposible y adelantó muy pronto a los suyos en Ulsan.
Y pudo ser peor cuando la falta que inicialmente se sancionó como penalti de Cuesta, pero que fue fuera del área, termina en una gran volada de Vargas, a quien, infortunadamente, no le alcanzó después cuando lo superó una nueva falta cerca de su arco, que esta vez le metió Son en un ángulo imposible para el 2-0, justo y muy apegado a lo que pasaba en la cancha.
REACCIÓN COLOMBIANA
Parecía en el complemento algo decepcionante el equipo sin cambios, pero hasta en eso tiene suerte el DT: Valoyes, el que parecía que no estaba en el campo, aguantó la pelota hasta la raya y le puso la asistencia a otro inadvertido como James para el 2-1 a los 46′ de juego.
Y esos mismos 11 equilibraron las cosas: otro que no aparecía, Jorge Carrascal, aprovechó la primera salida certera de Muñoz y definió abajo para el 2-2 a los 49′. Gran reacción, con más ganas y carácter que en el arranque. Y el marcador no se movió hasta el final del cotejo.
Colombia presentó esta formación: Vargas; Cuesta, Muñóz, Lucumí, Mojica; Uribe, Castaño (Palaciso), Valoyes (Falcao), James (Arias), Carrascal (Borrero) y Santos Borré (Durán).
