Tampoco se hizo presente ningún alto mando militar.
Los restos de los seis soldados que fallecieron ahogados en el río Ilave fueron velados en el Centro Cívico de la Municipalidad Provincial del Collao. Las autoridades edilicias realizaron un homenaje póstumo y se solidarizaron con las familias de las víctimas. El alcalde, Richard Ururi Cueva, dio un discurso en honor a los fallecidos, a quienes denominó “héroes de la pacificación”, y demandó al Ministerio Público una exhaustiva investigación para hallar a los responsables.
Posteriormente, los restos de los soldados Franz Canaza y Carlos Quispe fueron llevados a la provincia de Chucuito, Juli, donde recibieron un homenaje póstumo por parte de sus familiares, así como la población y autoridades políticas del lugar.
Al ritmo de las melodías de duelo con zampoñas, fueron trasladados los féretros hasta la plaza principal, donde fueron homenajeados por una multitud.
No obstante las trágicas circunstancias en que perdieron la vida los efectivos militares, ningún alto mando del Ejército ni tampoco representantes del Gobierno se hicieron presentes durante el velatorio.
De otro lado, el exreservista Adrián Sucapuca cuestionó en una entrevista con Pachamama Radio que se haya permitido a soldados con seis meses, incluso menos de preparación, realizar ese tipo de trabajos, pues ello corresponde a soldados con un mayor tiempo de preparación. “Hay responsabilidad política de la presidenta (Dina Boluarte)y jurídica del capitán que ordenó dicha acción, quien debe ser dado de baja y sometido a la justicia”, añadió. También cuestionó que se estaría obligando a los soldados sobrevivientes a tergiversar los hechos para culpar a la población puneña por la tragedia.
