Por Gustavo Espinoza M.
A algo más de dos meses de instaurado por la fuerza el régimen vigente, bien puede asegurarse que asoman nítidamente los colmillos del lobo que le enmarcan el rostro.
Con sorpresa –por no decir que con asombro- los peruanos podemos ver, ahora, lo que ocurría en la Alemania Nazi en los años 30 del siglo pasado. En aquellos tiempos, las SS recorrían las grandes alamedas entonando canciones de guerra y lanzando consignas de combate. La Unter Den Linden, la Furfurstendamm y Alexander Platz, los lugares más concurridos del viejo Berlín, resonaba al compás de los gritos marciales de los uniformados que juraban vencer a los comunistas con la fuerza de las armas, para liberar al país del “enemigo rojo”.
Hoy estamos ante idénticas escenas sólo que eso ocurre por primera vez, en las espaciosas avenidas de nuestra capital. El Paseo de la República, La Colmena, y las avenidas Wilson o Abancay –donde sólo los uniformados pueden marchar- los Comandos de Acción de la Policía Nacional –doce mil uniformados- se desplazan raudamente, y con armas en la mano, para intimidar al pueblo con las mismas consignas.
Y cuando el Presidente de un país amigo expresa su preocupación por ello, lo declaran “persona no grata”, sin reparar siquiera que hace precisamente 70 días, el pueblo peruano declaró Persona No Grata a Dina Boluarte, y le pidió su renuncia al cargo que detenta.
Continúa en nuestra sección impresa: Diario Uno | Domingo 19 de febrero del 2023