El golpe fue tramado por el establishment y altos mandos militares sujetos al poder norteamericano y de las transnacionales, quienes siempre quisieron derrocar al presidente Pedro Castillo porque su régimen no les convenía a sus multimillonarios intereses económicos, por eso buscaron la forma de presionarlo y cercarlo, y es claro que él también cedió el pretexto perfecto para que fuera apresado y derrocado por las tantas denuncias y acusaciones por corrupción en contra suya y de su entorno.
Ahora, Dina Boluarte se ha prestado para hacer el papel de una dictadora, de una tirana despiadada y despótica que, a pesar de haber más de 70 personas asesinadas por las fuerzas armadas y la policía, continúa impertérrita sentada en su frágil sillón presidencial, no obstante que pesa una denuncia fiscal en contra de ella y de sus ministros por el delito de genocidio y lesiones graves, la presidenta sucedánea prosigue su falso mandato, su fantasmático poder. Hemos visto ya los videos presentados por IDL, donde se observa a los soldados del ejército, de pie o de rodillas, disparando a un grupo de personas que ya no se hallaban en acción de protesta ni de movilización, se ve cómo van asesinando uno a uno, a cuatro o cinco jóvenes ciudadanos de Ayacucho, en lo que fue a todas luces un crimen de lesa humanidad, un atentado contra los derechos fundamentales de la persona humana. Estos videos constituyen pruebas incontrovertibles de que hubo una masacre y un genocidio ordenados desde arriba. Sin embargo, Dina Boluarte sigue gobernando como si nada hubiera pasado, como si nadie hubiera sido asesinado, como si en el Perú los criminales tuvieran autoridad para matar y no ser juzgados y gozar de la más absoluta impunidad. Ya se ha desentrañado que Dina fue artífice de la libertad anticipada del cobarde Antauro, se la dio con la condición de que socavara la lucha del pueblo por la justicia social, por eso le dice en un audio: “porque la patria lo necesita”.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, opinó que en el Perú la policía marcha por las calles de la capital como si fueran nazis. Y tan solo por decir una verdad irrefutable, porque el “trabajo” de la policía no es marchar con sus armas y sus uniformes, gritando frasecillas fanfarronas y belicosas para intentar amedrentar y anonadar a los ciudadanos que tienen el derecho de manifestar su protesta por lo que consideran injusto e ilegítimo, como así lo hacía el ejército nazi en la época abominable del fascismo hitleriano; por eso toda la jauría de la prensa peruana lo acometió, y hasta el repudiado y hediondo Congreso se arrogó la facultad de considerarlo persona no grata, de inmediato los mismos perrodistas clowns, tanto de Perú como de Colombia, salieron al frente acicateados y obligados por los suculentos estipendios de las corporaciones mediáticas para condenar la opinión de Petro y mofarse de sus declaraciones, y, como es propio de un régimen fascista, comenzaron también a terruquearlo, a decir que cómo se atrevía si él también ha sido un guerrillero subversivo.
Mientras los congresistas de todos los partidos se burlan y desprecian las movilizaciones de protesta del pueblo, porque al igual que Dina Ercilia Boluarte, consideran que solo son un grupillo de vándalos y que no van a dejarse dominar por estos violentistas, por eso con total conchudez y desparpajo quieren seguir lucrando y robando hasta el 2026, demostrando evidentemente que nunca les importó defender los derechos ni los intereses del pueblo que los eligió, sino que lo único que les interesa es seguir ganando por 3 años más sus privilegiados y fastuosos sueldos, que realmente son un insulto al humilde trabajador del pueblo, además de las coimas millonarias que reciben de las transnacionales y las corporaciones por dejar hacer y dejar pasar y crear leyes para favorecerlos.
La señora K, otra vez muy presuntuosa y arrogante, dice hipócritamente que defiende el adelanto de elecciones para salir de la crisis, que teniendo “toda la posibilidad” de ser candidata debe de esperar, para no ser una excusa de los “rojos” para que me sigan echando la culpa, creo que como presidenta del partido más grande del país que primero está “nuestro país”. Esta señora ya perdió toda verosimilitud, las 3 veces que postuló dijo previamente que no iba a hacerlo y lo hizo, olvida esta “presidenta del partido del repudio más grande del país” que el pueblo sabe que a ella le importa un bledo el país, aún recordamos cuando el 2017 ordenó boicotear el proyecto de ley Chinecas que iba a favorecer a la región Áncash: “Si ese proyecto va a beneficiar al Ejecutivo, no va, no me interesa, así se perjudiquen diez mil, cien mil personas, ¡no va!”.
Ante la grave coyuntura política que concierne al pueblo, principalmente, por ser siempre el más perjudicado, la gran lección a extraer es no dejarnos seguir engañando por los medios corporativos de la prensa basura, no creer en las promesas falsas de viejos candidatos y seudopartidos corroídos por la corrupción, hacer sentir nuestro repudio más exacerbado al Congreso, a la que funge de presidenta dictadora y sus ministros lacayunos.
Así, debemos continuar denodadamente con nuestro derecho a la protesta y a la movilización: ¡por el cierre del Congreso!, ¡por la renuncia de Dina Boluarte!, ¡por la convocatoria a nuevas elecciones generales con un referéndum para decidir o no la conformación de una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución!
MOVIMIENTO INDIGNADOS TODAS LAS SANGRES
EMILIANO