Conoce las recomendaciones para celebrar las fiestas con responsabilidad y tranquilidad
Las fiestas de fin de año suelen traer reuniones, alimentos abundantes y largos encuentros. Para las personas con cáncer, especialmente quienes reciben tratamientos como quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia, este entorno demanda cuidados adicionales. El Dr. Yan Carlos Vargas, radio-oncólogo de Oncodrip, recuerda que su sistema inmunitario puede estar debilitado, por lo que es clave disfrutar con responsabilidad.
Una de las recomendaciones principales es reforzar las medidas de prevención: lavado frecuente de manos, buena ventilación, evitar aglomeraciones y limitar el contacto con personas con síntomas respiratorios. También se aconseja moderar el ritmo de las celebraciones, planificar actividades y permitir momentos de descanso sin presión.
La alimentación merece especial atención. Aunque las mesas festivas suelen ser tentadoras, se recomienda evitar excesos. No existe una dieta universal para el cáncer: esta debe ajustarse al tipo de neoplasia, tratamiento y efectos secundarios. En general, se aconseja priorizar comidas ligeras y nutritivas, hacer porciones pequeñas a lo largo del día, mantener una hidratación constante y evitar el alcohol, que puede debilitar más el sistema inmunológico.
Otra prioridad es el manejo adecuado de los síntomas. Dolor, fatiga, mucositis o náuseas deben tratarse bajo supervisión médica. La automedicación puede interferir con el tratamiento y ocultar signos de alerta. Además, si existen lesiones en la boca, es esencial mantener una buena higiene oral y evitar alimentos irritantes.
Cumplir el tratamiento y respetar el descanso
Las fiestas suelen alterar horarios, pero para el paciente oncológico es fundamental mantener sus rutinas. No saltarse dosis y asegurar un sueño reparador ayuda a prevenir complicaciones. La Asociación Española Contra el Cáncer subraya la necesidad de dormir bien y controlar factores que puedan interrumpir el descanso, como el dolor o el ruido.
También se recomienda no abandonar la actividad física. Ejercicios suaves, como caminar, ayudan a conservar la masa muscular, mejorar la energía y reducir síntomas como ansiedad, cansancio o estreñimiento. El tipo de actividad debe definirse con el médico.
El apoyo familiar es decisivo. Adecuar el ambiente, ofrecer ayuda práctica y respetar los límites del paciente permite disfrutar las fiestas con tranquilidad. “Si desea apoyar a un familiar con cáncer, ofrezca realizar compras, adaptar recetas o reducir la duración de las reuniones para evitar el agotamiento”, indica el Dr. Vargas.
Proteger la salud del ser querido no implica renunciar a la celebración, sino encontrar formas de compartirla con cuidado. Con pequeñas medidas y una red de apoyo comprometida, es posible cerrar el año con serenidad y afecto.



