Los buses de Etcimosa permanecen detenidos mientras los trabajadores velan a su compañero abatido por sicarios en plena ruta
Los transportistas están en duelo. Las unidades de la Empresa de Transportes Comercializadora e Importadora Mártir Olaya S.A. (Etcimosa), conocida como Línea 20, no circulan este jueves tras el asesinato de Andrés Caira Caica, chofer de 43 años ejecutado ayer por sicarios. El crimen ocurrió en plena ruta, en la avenida La Chira, en Nueva Caledonia, Chorrillos.
Un paradero vacío y puertas cerradas
Un equipo de RPP llegó esta mañana al paradero final de la empresa en Chorrillos. Las puertas permanecen cerradas. Los trabajadores esperan el retiro del cuerpo de la Morgue Central de Lima para velarlo en ese mismo lugar.
El miedo se apoderó de choferes y cobradores. La empresa no ha informado hasta cuándo suspenderá operaciones. El terror que dejó el ataque ha paralizado las labores. Nadie sabe si mañana habrá servicio.
Ejecutado en plena ruta
Caira Caica conducía su unidad cuando fue interceptado por sicarios en motocicleta. Los atacantes abrieron fuego sin advertencia. Las balas atravesaron el vehículo e hirieron mortalmente al transportista.
Testigos del ataque relataron la brutalidad del operativo. Los sicarios dispararon indiscriminadamente contra la unidad. No hubo escape posible para el chofer.
Un sistema de transporte amenazado
El trabajador fue trasladado de emergencia a un centro de salud cercano. Los médicos solo pudieron certificar su muerte. La familia ahora espera recuperar el cuerpo para darle sepultura.
Este asesinato evidencia la vulnerabilidad del transporte público limeño. Los choferes trabajan expuestos a la extorsión y la violencia criminal. Las empresas operan sin garantías de seguridad real.
La paralización de Etcimosa deja sin servicio a miles de usuarios. Pero el mensaje de los trabajadores es claro: no circularán mientras persista el riesgo. La vida de un chofer vale más que la continuidad del servicio.



