El mandatario no descarta ninguna opción para ejecutar la orden judicial, aunque reconoce que debe evaluar las restricciones del derecho internacional
El presidente José Jerí generó un nuevo capítulo de tensión diplomática con México al advertir que su gobierno podría ordenar el ingreso a la embajada mexicana en Lima para detener a la ex primera ministra Betssy Chávez. La declaración se produce en medio de la deliberación oficial sobre cómo ejecutar los cinco meses de prisión preventiva que un juez impuso contra la investigada, quien se refugia en la residencia diplomática desde el 2 de noviembre tras recibir asilo político del gobierno mexicano.
El Ejecutivo evalúa sus límites legales
Jerí manifestó al diario El Comercio que el Ejecutivo apenas tomó conocimiento del fallo judicial y que aún no define un procedimiento concreto. «Vamos a meditar y mucho. Toda acción debe pensarse conforme a las limitaciones que tenemos, conforme a los compromisos internacionales que tenemos», señaló el mandatario. Sin embargo, dejó la puerta abierta a cualquier escenario: «Hay un mandato judicial hoy día y yo soy una persona abierta a todo tipo de posibilidades y decisiones. No me limito y, si tiene que ingresarse a la embajada mexicana, se hará».
La postura presidencial choca frontalmente con los tratados internacionales. México reiteró que Perú confirmó su compromiso de respetar la inmunidad diplomática establecida en las Convenciones de Viena de 1961 y 1963. La Cancillería mexicana difundió un comunicado donde enfatizó que esta protección abarca la residencia donde permanece Chávez, además de sus bienes y archivos.
Tensiones bilaterales y soberanía en disputa
El caso profundiza una relación bilateral ya deteriorada. Jerí rechazó la acusación de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum sobre una supuesta persecución política en Perú. El mandatario peruano sostuvo que su gobierno solo cumple obligaciones constitucionales y atribuyó las declaraciones extranjeras a una estrategia de defensa legal. También acusó que varios países de la región «han influido» en asuntos internos del Perú desde 2021, lo que desencadenó episodios de fricción diplomática. «Somos un país soberano y nuestras relaciones se han lesionado porque otros presidentes han permitido estos excesos. Yo no lo voy a permitir», declaró.
México insistió en su solicitud de un salvoconducto para que Chávez pueda salir hacia territorio mexicano. La Cancillería peruana informó que evaluará esta petición consultando a los países miembros de la OEA para precisar el alcance del tratado aplicable. Mientras tanto, la ex primera ministra permanece en un punto crítico: la orden judicial está vigente, la inmunidad diplomática limita las acciones del Estado peruano y las tensiones políticas presionan una decisión que el Ejecutivo mantiene en deliberación.



