La Policía Nacional detectó reincidencia en prácticas ilegales pese a las intervenciones anteriores en el centro comercial
La Policía Nacional del Perú ejecutó este jueves un operativo sorpresa en Polvos Azules que confirmó lo que muchos sospechaban: varios comerciantes continúan vendiendo celulares robados y chips informales pese a las intervenciones previas. La acción policial dejó al descubierto que la regularización prometida por los comerciantes tras los operativos anteriores fue solo cosmética en varios casos.
Despliegue masivo bajo estado de emergencia
La Dirección de Policía Fiscal coordinó el despliegue junto a efectivos de DINOES, Tránsito y la Dirección de Investigación Criminal. Los agentes ingresaron simultáneamente a los pasajes principales del conglomerado comercial aprovechando las facultades que otorga el estado de emergencia. Esta condición legal permitió que los policías accedieran incluso a stands cerrados o cuyos dueños se habían ausentado estratégicamente.
El método de trabajo fue metódico y tecnológico. Los efectivos revisaron vitrinas, examinaron expositores y compararon códigos IMEI contra la base de datos policial para identificar equipos reportados como sustraídos. La técnica arrojó resultados inmediatos: dos personas fueron detenidas por presunto delito de receptación al ofrecer equipos que figuran como robados.
Puestos abandonados y mercancía sin respaldo
El general Javier Vela Arangoitia, jefe de la Policía Fiscal, explicó que el operativo buscaba verificar si los comerciantes intervenidos semanas atrás habían formalizado sus negocios. Los hallazgos fueron desalentadores. «Hemos encontrado puestos que todavía exhiben mercancía sin sustento de origen», afirmó. El caso más elocuente fue el de un módulo completamente abandonado apenas los comerciantes advirtieron la presencia policial.
Los agentes documentaron vitrinas repletas de equipos de gama alta cuyos IMEI serán verificados técnicamente en los próximos días. El procedimiento incluye levantamiento de actas, revisión de cámaras internas y cierre temporal de espacios irregulares.
Formalización selectiva
Vela reconoció que algunos comerciantes sí regularizaron su actividad y ahora venden productos lícitos. Sin embargo, admitió que otros mantienen intactas sus prácticas ilegales. «Observamos avances en varios puestos que decidieron formalizarse, pero todavía enfrentamos resistencia en puntos donde persiste la venta informal», señaló. La declaración revela que el problema requiere más que operativos aislados: necesita una transformación estructural del centro comercial.



