El penalista sostiene que el expresidente busca mostrarse como víctima antes de los comicios del 2026
Pedro Castillo denunció esta semana a cien congresistas por su vacancia. Lo hizo casi tres años después del golpe de Estado que intentó perpetrar. El abogado penalista César Nakazaki advierte que esta acción no busca justicia sino rédito político. Es parte de la campaña electoral del expresidente de cara a las elecciones generales del 2026.
Una denuncia con timing político
Castillo presentó su denuncia penal contra los legisladores que aprobaron su vacancia el 7 de diciembre de 2022. Los acusa de abuso de autoridad y nombramiento ilegal de Dina Boluarte. Según su defensa, se necesitaban 104 votos para vacarlo, no los 101 que se registraron. El expresidente permanece recluido en el penal de Barbadillo. Actualmente enfrenta juicio oral por el delito de rebelión.
Nakazaki fue directo en declaraciones a Perú21TV. «Es parte de la gran campaña electoral de Pedro Castillo de que es una víctima, un modesto profesor de la sierra; que es una víctima de los poderosos que lo han secuestrado —como él dice— y que está indebidamente juzgado», señaló. El penalista considera que esta estrategia política no prosperará en el ámbito judicial.
Los casos de corrupción que se dejaron en el camino
El abogado recordó un hecho que no debería pasarse por alto. Castillo pagaba a congresistas en el caso conocido como «Los Niños». Ese proceso tampoco ha avanzado. Nakazaki representó a Karelim López y Bruno Pacheco, exsecretario del Despacho Presidencial. Por esa razón, afirma tener información clara sobre las tramas de corrupción que involucran al expresidente.
«Inexplicablemente, la Fiscalía de la Nación, y principalmente el Congreso, no ha permitido que los casos de corrupción avancen, lo cual es un grave defecto, una deficiencia de la justicia porque el destino jurídico de Pedro Castillo debería estar definido en los casos de corrupción», puntualizó el abogado. La parálisis de estas investigaciones contrasta con la agitación mediática que genera Castillo desde prisión. Mientras los casos por corrupción duermen en los archivos, el expresidente construye su relato de persecución política para las urnas.
