Cinco sospechosos fueron detenidos tras el ataque explosivo contra el Policlínico ‘Inkamay Salud’. El cabecilla de la banda habría sido expulsado de Chile donde cumplió condena por porte ilegal de armas
La Policía detuvo a cinco personas vinculadas al atentado con explosivos contra el Policlínico ‘Inkamay Salud’ en Trujillo. Los extorsionadores exigían 100 mil soles a los dueños del establecimiento médico. El ataque ocurrió el pasado miércoles en la madrugada y dejó la fachada del local completamente destrozada. Este es el cuarto atentado de gran magnitud que sacude la ciudad en los últimos tiempos.
El rastro digital que permitió las capturas
El general Carlos Llerena, jefe de la Región Policial La Libertad, explicó que la carta extorsiva abandonada en el lugar del ataque fue clave para resolver el caso. Los delincuentes cometieron un error fatal: dejaron su número telefónico en el mensaje amenazante.
«Se encontró en el lugar de los hechos este mensaje extorsivo que para nosotros ha sido muy importante, porque de aquí se desprende el primer indicio importante, que es el número (telefónico), el número extorsivo», declaró Llerena a RPP.
La investigación policial siguió el rastro del número telefónico hasta identificar al titular de la línea. Al realizar el registro domiciliario del principal sospechoso, los agentes hallaron tres cartuchos de dinamita y evidencia relacionada con los teléfonos usados para las amenazas.
El perfil del cabecilla: delincuente internacional
El líder de la organización criminal, conocido en el argot policial como «el tecleador» por ser quien envía los mensajes extorsivos, tiene antecedentes en Chile. Este sujeto cumplió condena de aproximadamente año y medio en el país vecino por tenencia ilegal de armas de fuego. Las autoridades chilenas lo expulsaron judicialmente tras cumplir su pena.
Según el jefe policial, este individuo pertenece a una facción de ‘Los Pulpos’, banda criminal especializada en extorsionar a grandes empresarios. La organización eligió como blanco al Policlínico ‘Inkamay Salud’, ubicado en la cuadra 25 de la avenida Prolongación Unión, muy cerca de la comisaría Alcázar del distrito El Porvenir.
El impacto del ataque
La explosión destrozó por completo la fachada del establecimiento. Los vidrios de las mamparas quedaron hechos añicos. Hasta una imagen de Santa Rosa de Lima que decoraba el ingreso sufrió daños por la onda expansiva. El policlínico suspendió sus servicios el jueves 30 de octubre para proteger a pacientes, personal médico y visitantes.
«Nuestra prioridad siempre será proteger la integridad y el bienestar de quienes confían en nosotros», expresó la dirección del centro médico en un comunicado. La clínica rechazó los actos de violencia y confió en que las autoridades esclarezcan completamente el caso.
Los vecinos de la zona expresan temor e indignación. «No estamos libres, no sabemos si llegaremos a casa a la hora que salimos», lamentó una ciudadana que exige más presencia policial en las calles.



