
Curules y fajines
TÚ ME HICISTE BRUJERÍA
• Su discurso a la Nación duró 40 segundos y ha dicho que el tiempo de hablar ya pasó
En el Perú, donde el poder suele esconderse tras muros y discursos interminables, ha aparecido un presidente que prefiere la calle al estrado y el silencio a la retórica hueca. José Enrique Jerí Oré, joven, austero y enérgico, ha decidido gobernar con las mangas remangadas, los zapatos empolvados y una convicción que parece venir más de la acción que del verbo.
Desde su asunción al mando, Jerí se ha propuesto reconciliar al país con la autoridad, no mediante grandes promesas, sino con gestos concretos: visitas inopinadas a comisarías, supervisiones nocturnas en los barrios más duros de Lima, recorridos por cárceles donde el Estado perdió el respeto y la presencia. Son imágenes que circulan cada noche -a veces grabadas por él mismo, a veces por algún celular anónimo- y que han devuelto al ciudadano una sensación olvidada: la de un mandatario que camina entre los suyos.
Su estilo es inusual en la política peruana: breve, directo, sin ornamentos. Su mensaje a la Nación no duró mucho tiempo (40 segundos), un hecho insólito en un país habituado a los discursos ampulosos. “El tiempo de hablar ya pasó”, dijo en algún momento. Y todo su gobierno parece una extensión de esa frase. Su voz, contenida y firme, busca transmitir más con la presencia que con la palabra, con la acción que con la promesa.
Hace apenas días, su gabinete obtuvo el voto de confianza del Congreso, un primer espaldarazo institucional a un gobierno que se sabe de tránsito, pero que quiere dejar huella. Jerí ha repetido que su mandato será de transición y reconciliación, pero esa transición se juega en un terreno minado: el de la seguridad ciudadana, donde ha puesto todo su capital político. De allí su decisión de declarar el estado de emergencia en Lima y el Callao, convencido de que la guerra contra la delincuencia no se gana en los escritorios, sino en las calles.
TIKTOKER. Su forma de gobernar fascina y desconcierta. En las redes, su alter ego juvenil -el “presidente tiktoker”, como ya lo apodan- ha convertido su imagen en un fenómeno popular. En los mercados, los niños lo imitan; en los noticieros, los analistas debaten si su estilo es audacia o temeridad. Lo cierto es que Jerí ha logrado lo que pocos: volver tema de conversación a la política, y no por el escándalo, sino por la novedad.
Su destino político pende, sin embargo, de un hilo invisible. Si logra reducir la violencia y devolver la seguridad a las calles, su nombre podría ocupar un lugar luminoso en la memoria reciente del país. Si fracasa, esa misma energía que hoy lo eleva podría precipitarlo al descrédito. Porque Jerí encarna -con todas sus luces y sombras- la apuesta por un Perú distinto: un país que se canse menos de sus gobernantes porque, tal vez, empieza a reconocerse en ellos.
En mangas de camisa, bajo la luz amarilla de una comisaría cualquiera, José Jerí parece resumir su propia filosofía: no gobernar desde arriba, sino desde adentro. Y en esa imagen nocturna, entre el ruido de los patrulleros y la fatiga de los policías, el Perú vuelve, por un instante, a creer que todavía hay algo que vale la pena intentar.
“La imagen que proyecta el presidente José Jerí es la de una persona activa y que busca conectar con la población”, dice Patty Chirinos, la woman del Callao. El tiempo dirá de qué está hecho el mandatario de 38 años.
—
SIN MEZQUINDADES
“Tres presidentes que apostaron por el GEIN. Alan García Pérez: En su gobierno se creó el GEIN; Alberto Fujimori: Impulsó y apoyó desarrollo del GEIN; y José Jerí, tomando el ejemplo de antecesores, recurre con humildad a pedir consejo de los viejos sabios hombres de inteligencia del GEIN en momentos aciagos para el pueblo peruano. ¡Vale!”.
José Luis Gil
Exintegrante del GEIN
—
10
de octubre asumió la Presidencia de la República.
—
“Las guerras se ganan con acciones, no con palabras”.
—
——–
• Entre los aspectos distintivos de su perfil público destaca su estado civil: no está casado ni tiene hijos.
• Inhabilitación de Martín Vizcarra, quien recibió más de 200 mil votos, le abrió la puerta como accesitario.
• En el ámbito académico, concluyó sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional Federico Villarreal en 2014.



