Una de las obras más importantes en el sur del país, corre el riesgo de no concluirse por el reiterado mal accionar de algunos funcionarios del Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU). Se trata del acueducto del Cusco denominado Vilcanota II, cuya inversión asciende a más de 250 millones de soles y que beneficiará con agua a más de 500 mil cusqueños.
Esta mega obra se ve afectada debido a que tratan de poner contra las cuerdas al contratista, pretendiendo penalizarlo y hasta resolverle el contrato, cuando los funcionarios del PNSU fueron los que tardaron en resolver las interferencias casi todo el plazo del contrato.
Así lo advirtió el vicedecano del Colegio de Ingenieros del Cusco, Ing. José Humberto Cabezas Mancilla, quien manifestó que diversos frentes de la obra han permanecido bloqueados desde el inicio de la ejecución: el Tramo II (Oropesa y Saylla) enfrenta oposición de comunidades y asociaciones de ganaderos; mientras que en el Tramo III, el acceso al reservorio R-12 fue cerrado por comuneros que alegan propiedad de las vías.
Sostuvo que a ello se suma una problemática aún no resuelta por la entidad responsable: terrenos con litigios judiciales en manos de asociaciones locales, que han impedido la liberación completa de áreas necesarias para la continuidad de los trabajos. Estos procesos, junto con los hallazgos arqueológicos y la demora en las autorizaciones de Provías Nacional, han generado retrasos significativos y pérdidas millonarias.
El Ing. José Cabezas Mancilla, precisa que un proyecto de esta envergadura, además de atender una necesidad básica, marcará un hito en la gestión de los recursos hídricos urbanos, mejorando la resiliencia frente al crecimiento poblacional y las variaciones climáticas que afectan la seguridad hídrica, y que el objetivo debe ser culminar la obra en los plazos establecidos, garantizando la puesta en servicio de esta gran inversión que representa desarrollo, salud y bienestar para el Cusco.
Así operan
El modus operandi es poner contra las cuerdas al contratista, culparlos del retraso, penalizarlos e incluso amenazan con resolverles el contrato, pero no solucionan las interferencias, como es el caso del acueducto del Cusco denominado Vilcanota II.
Como antecedente, puede mencionarse a la obra de saneamiento más importante del país en ejecución, denominada La Nueva Rinconada, cuya inversión asciende a más de 1,200 millones estuvo en peligro de paralizarse perjudicando a más de 500 mil familias (alrededor de 2 millones de peruanos en la capital) de los distritos de Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores y Villa El Salvador.