López Aliaga mintió en campaña no contratar a ningún miembro de Renovación Popular.
Rafael López Aliaga llegó a la alcaldía de Lima prometiendo ética, transparencia y un corte radical con las malas prácticas del pasado. “De Renovación [Popular] no entra nadie, no estoy metiendo a nadie”, afirmó en abril de 2023, durante el balance de sus primeros 100 días.
Hoy esa declaración suena a burla. Un informe de OjoPúblico destapa lo que López Aliaga intenta negar: 205 militantes de Renovación Popular fueron contratados por la Municipalidad Metropolitana de Lima entre enero de 2023 y julio de 2025, acumulando 1.273 órdenes de servicio por untotal de S/7,2 millones.
CONTRATOS A DEDO
Y MILITANTES CON
CARGOS PARTIDARIOS
Los beneficiados no son simples ciudadanos. Aparecen dirigentes distritales, miembros de comités e incluso la presidenta de la Comisión Electoral Nacional de Renovación Popular, Rocío Inocente Pelayo, con vínculos directos a personajes cercanos al alcalde.
El caso más llamativo es el del exfutbolista Julio César Uribe, quien recibió 11 contratos por S/249 mil Jaime Chincha fue encontrado sin vida al interior de su domicilio. El periodista y conductor tenía 48 años de edad y la causa del deceso fue un paro cardiaco fulminante.
El cuerpo del periodista fue encontrado en su entre 2023 y 2024. Además, se detectó un patrón: militantes que primero ingresan como locadores y luego son designados como trabajadores municipales o miembros de directorios de empresas ediles, en muchos casos por decisión directa de López Aliaga.
CONTRATOS SIN
MERITOCRACIA
La abogada Janeyri Boyer, especialista en derecho público, advierte que estos contratos evidencian una práctica de clientelismo: asignaciones directas, sin concursos, a personas con perfiles bajos o sin experiencia, que perciben montos elevados. “No responden a la meritocracia ni al interés público, sino a favores y compromisos
políticos”, subrayó.
Las cifras muestran el crecimiento de esta red: en 2023 se entregaron contratos por S/1,8 millones; en 2024 la cifra saltó a S/3,2 millones; y hasta julio de 2025 ya se suman S/2,2 millones.
LA CONTRADICCIÓN
DEL ALCALDE
El contraste entre discurso y realidad no puede ser más evidente. Mientras criticaba el exceso de consultores y locadoresen gestiones anteriores, hoy López Aliaga repite —y amplía— las mismas prácticas que condenaba.
Lo que debía ser una gestión ética y distinta se ha convertido en un sistema de colocación partidaria, donde la Municipalidad de Lima funciona como caja chica y agencia de empleos para Renovación Popular. Los limeños que confiaron en un cambio se enfrentan ahora a la verdad: el alcalde que juró transparencia está atrapado en el viejo clientelismo que prometió desterrar.