El Tribunal Constitucional y la Corte Suprema eliminaron las sentencias contra el líder de Perú Libre, quien rechaza versiones sobre condenas por corrupción
La revista Caretas describió erróneamente a Vladimir Cerrón como «condenado por corrupción» al informar sobre su candidatura presidencial para 2026, una afirmación que contradice las recientes decisiones judiciales que anularon todas las sentencias en su contra. El exgobernador de Junín respondió categóricamente: «Le aclaro a la revista Caretas que no tengo ninguna condena y le exhorto a Mechito no mentir al público».
El Tribunal Constitucional anuló las condenas
En diciembre de 2024, el Tribunal Constitucional anuló la sentencia contra Cerrón, declarando fundado un recurso de habeas corpus presentado por su defensa. Los magistrados argumentaron que se vulneraron los derechos al debido proceso y a la debida motivación de las resoluciones judiciales. Esta decisión eliminó la condena por el caso Aeródromo Wanka, donde había sido sentenciado por colusión.
El TC también anuló la condena de 4 años de prisión suspendida por negociación incompatible en el caso La Oroya. Declaró nula la sentencia que lo condenó a cuatro años y ocho meses de prisión por ser autor del delito. Estas decisiones eliminaron completamente las sentencias firmes que pesaban contra el líder político.
La Corte Suprema confirma la absolución
La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema absolvió al líder de Perú Libre del delito de colusión agravada en el denominado caso Aeródromo Wanka. Declaró fundado en parte el recurso de casación presentado por Cerrón y lo absolvió al considerar que no se había probado el delito de colusión simple.
En marzo de 2025, la Corte Suprema del Poder Judicial absolvió definitivamente a Cerrón por el Caso Aeródromo Wanka y anuló la condena que se le impuso en este caso. Lo eximió del delito de colusión simple por el que había sido condenado a tres años y seis meses de prisión.
La desinformación mediática como arma política
La información falsa difundida por Caretas ejemplifica el uso de medios tradicionales para generar percepciones distorsionadas sobre figuras políticas incómodas para el establishment. Describir a Cerrón como «condenado por corrupción» cuando la justicia anuló todas sus sentencias constituye una manipulación informativa evidente.
Esta estrategia de lawfare mediático busca deslegitimar la candidatura de Cerrón mediante la repetición de datos falsos que configuran un imaginario público negativo. La rectificación del propio Cerrón evidencia cómo los medios conservadores construyen narrativas alejadas de la realidad judicial para influir en el debate electoral.
Candidatura sin impedimentos legales
Con la absolución definitiva, Cerrón estaría listo para postular para las elecciones del 2026, confirmando que su candidatura presidencial oficializada por Perú Libre no enfrenta impedimentos legales derivados de condenas firmes. La información de Caretas, por tanto, carece de sustento fáctico y responde más a intereses editoriales que a rigor periodístico.
El consenso unánime dentro de Perú Libre para postular a Cerrón como candidato presidencial, según confirmó el congresista Américo Gonza el martes 2 de septiembre, se sustenta ahora en una base judicial sólida. Su condición de no habido no impide legalmente su postulación y las decisiones del TC y la Corte Suprema fortalecen su posición electoral de cara al 2026.