Reportaje de Panorama revela presuntas conexiones familiares y adjudicaciones irregulares en obras públicas por más de 300 millones de soles.
Una joven de 23 años sin experiencia en construcción ganó dos obras públicas. Su empresa, LC y EC Constructora, se creó en 2023. Los contratos suman más de 300 millones de soles en La Libertad. La región la gobierna César Acuña, líder de Alianza para el Progreso.
El reportaje de Panorama revela irregularidades. Lucero Nicole Coca Condori logró los contratos bajo sospechosas circunstancias. Su padre, Juan Carlos Coca Rojas, se reunió con Acuña meses antes.
La empresaria fantasma y el padre que «no la conoce»
El equipo de Panorama buscó a Coca Condori en la dirección registrada en el Reniec, en el populoso distrito chalaco de Mi Perú. Pero el periodista Brian Matías sufrió una agresión física. El agresor, Juan Carlos Coca Rojas, luego se identificó como padre de la bisoña empresaria. Curiosamente, durante el altercado, el hombre negó conocer a Lucero, a pesar que figura como su progenitor en documentos oficiales.
La contradicción se profundiza al descubrir que Juan Carlos Coca sí tuvo una reunión formal con César Acuña en marzo de 2024, según registros públicos. Meses después, la empresa de su hija ganó los contratos para el «Mejoramiento y ampliación del Corredor Vial Norte» (121 millones de soles) y la obra del Hospital de Virú (194 millones).
Perfil cambiante y empleos inexistentes
Antes de la publicación del reportaje, el perfil de LinkedIn de Lucero Coca solo la mencionaba como estudiante de Derecho y asistente legal en una notaría. Tras el intento de contacto periodístico, modificó su información para aparecer como «gerente de proyectos en construcción». Sin embargo, la notaría donde afirmó trabajar desmintió su vinculación: aseguraron que no trabajaba allí desde hace al menos dos años.
Las confusas justificaciones del gobierno regional
Jorge Luis Bringas, gerente de Infraestructura de La Libertad, declaró: «No se evalúa quién está detrás de las empresas». Reconoció así que no investigan el historial de los representantes legales, descartando irregularidades. Pero ¿no es acaso importante saber quién o quienes representan a las empresas que hacen contratos con el Estado? Sobre las reuniones de Acuña con el padre de Lucero, argumentó: «Conociéndolo, es bien difícil que se esté reuniendo por esos intereses», ¿Y por qué un señor que vive en el Callao visitó a Acuña?
Eduardo Herrera, de la Defensoría Nacional Anticorrupción, cuestionó el caso: «Una jovencita de esa edad tendría que ser un genio para obtener 300 millones en su primera incursión. ¿Cómo le explicamos a los vecinos que su dinero está en manos de alguien que recién termina la carrera?». Hacer contratos de tal envergadura con una chica inexperta y con su empresa de apenas un año, es, por lo menos, un caso que merece serias dudas.
