Una de las dos montañistas catadas murió por hipotermia. No contaban con guía autorizado y estaban atrapadas a más de 6.500 m.s.n.m.
Dos montañistas japonesas fueron halladas el miércoles 25 de junio tras permanecer más de 48 horas atrapadas en el nevado Huascarán, en Áncash. La operación de rescate, liderada por el guía de montaña Erick Albino, logró ubicarlas en una zona de difícil acceso a más de 4.000 metros de altitud. Ambas mujeres presentaban signos de hipotermia y mal de altura. Pese a los esfuerzos del equipo de rescatistas, una de ellas falleció.
Rescate de montañistas en condiciones extremas
La operación fue posible gracias al apoyo de un helicóptero de la Policía Nacional del Perú, que trasladó al equipo de rescate hasta cierto punto. Desde allí, continuaron a pie varios kilómetros bajo condiciones climáticas adversas. Una de las mujeres fue hallada inconsciente.
La búsqueda de las extranjeras fue gracias a la ayuda de geolocalización y monitoreo satelital. Según los reportes, la solicitud de auxilio fue enviada desde Estados Unidos por otros montañistas japoneses, lo que permitió una rápida coordinación.
La Asociación de Guías de Montaña del Perú (AGMP) y las autoridades regionales priorizaron el uso de medios aéreos por la urgencia médica y el estrecho margen que dejaban las condiciones del clima.
Falta de guía agravó la situación
Las montañistas, a pesar de tener experiencia previa en expediciones, decidieron realizar el ascenso sin un guía especializado. Esta decisión complicó las labores de búsqueda y rescató y puso en riesgo sus vidas. Quedaron atrapadas en una zona por encima de los 6.500 metros sobre el nivel del mar, donde la falta de oxígeno y el frío extremo dificultan incluso la supervivencia.
Según el testimonio del guía Erick Albino, las mujeres “estaban agotadas, con signos de congelamiento, pero conscientes. Una de ellas tenía una hipotermia más avanzada”.
El grupo de rescate partió desde el refugio Huascarán, a más de 4.000 metros de altitud, apoyado por el helicóptero de la PNP desplegado en la provincia de Huaylas. La operación también fue reforzada por un equipo privado contratado por las familias de las víctimas desde Japón.
El rol de la señal satelital
La ubicación exacta de las montañistas fue posible gracias a una señal de auxilio enviada por un dispositivo satelital. Esta alerta fue captada por la AGMP, lo que permitió activar rápidamente los protocolos de búsqueda.
Las imágenes difundidas por el equipo de rescate muestran a ambas mujeres cubiertas con mantas térmicas y con claros signos del impacto del frío extremo.
