Una peruana de 49 años fue asesinada con ensañamiento por su pareja en Galicia. El crimen evidencia la negligencia institucional en España.
Maritza, una mujer peruana de 49 años y madre de cinco hijos, fue asesinada a puñaladas con brutal ensañamiento por su esposo el domingo 15 de junio en La Coruña, España. Pese a que el agresor había sido condenado por violencia física y existía una orden de alejamiento, esta nunca fue aplicada. El crimen, ya confirmado como feminicidio por el Gobierno español, deja a dos hijas menores en Perú y revela una falla estructural del sistema de protección a víctimas en ese país.
Un crimen machista anunciado
El feminicidio ocurrió en la madrugada del domingo, poco antes de las 7 a. m., en el barrio de la Sagrada Familia, un sector popular de la ciudad gallega de A Coruña. Maritza vivía allí desde hacía un año con su pareja en un departamento alquilado, luego de migrar desde Perú en 2024. Sus dos hijas menores seguían en el país andino, mientras que los otros tres hijos ya no vivían con ella.
El agresor, un hombre peruano de 61 años con nacionalidad española, había sido condenado en enero de 2025 por empujarla en presencia de dos policías, tras una agresión ocurrida en septiembre del año anterior. A pesar de que el juez dictó una orden de alejamiento, esta medida nunca se ejecutó porque la víctima no declaró en el juicio. Las autoridades confirmaron que Maritza estaba registrada en el sistema de protección VioGén, diseñado para mujeres en riesgo de violencia machista.
Según detalló la agencia EFE, “la sentencia no fue recurrida ni por la Fiscalía ni por la defensa, por lo que el 27 de mayo fue declarada firme”. Sin embargo, la orden de alejamiento nunca entró en vigor y ambos continuaron conviviendo. Ese mismo mes, incluso se casaron.
Asesinato con ensañamiento
La brutalidad del crimen quedó confirmada en los resultados de la autopsia: Maritza recibió múltiples puñaladas con “bastante ensañamiento”, según informó María Rivas, subdelegada del Gobierno en A Coruña. El asesino confesó el crimen a su expareja —madre de sus hijos anteriores— por teléfono, y fue esta quien alertó a los servicios de emergencia. La Policía Nacional lo detuvo en el mismo domicilio, junto al arma utilizada.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirmó oficialmente la naturaleza machista del asesinato. Se trata del primer feminicidio del año en la provincia de A Coruña, el segundo en Galicia y el número 14 en toda España en lo que va del 2025. Desde 2003, ya suman 1.308 mujeres asesinadas por violencia de género en ese país.
Una respuesta institucional que llega tarde
La ministra española de Igualdad, Ana Redondo, expresó su indignación: “A Maritza le ha arrancado la vida un asesino machista por el mero hecho de ser mujer. Tenemos que conseguir arrinconar a estos violentos que no tienen cabida en una sociedad democrática. Mi más sentido pésame para su familia”, publicó en la red social X.
La indignación también se extendió a colectivos migrantes y organizaciones feministas, que convocaron movilizaciones en repudio al crimen. El agresor permanece bajo custodia policial y se espera que sea presentado ante el juez este martes.
Una tragedia que pudo evitarse
El caso de Maritza pone en evidencia las fallas estructurales del sistema de protección español. Tres de las 14 mujeres asesinadas este año por sus parejas en ese país ya habían denunciado a sus agresores. A la fecha, once menores han quedado huérfanos por estos crímenes en 2025, y 480 desde 2013.
Este feminicidio no solo suma a las estadísticas. Revela cómo, incluso con condena y sistemas de protección en marcha, las mujeres siguen desprotegidas. Y en este caso, una peruana pagó con su vida la negligencia del Estado.