PNP alerta que la clonación de tarjetas y fraudes digitales crecen hasta 50 % en Perú; bandas operan desde redes sociales y cajeros.
La clonación de tarjetas bancarias y otros fraudes digitales aumentaron en Perú hasta en un 50 % este año, según alertó la Policía Nacional. Las modalidades incluyen desde la reventa de pasajes comprados con tarjetas robadas hasta el uso de dispositivos en cajeros automáticos para capturar datos. El general José Zavala denunció que la delincuencia se ha desplazado al entorno digital y que la impunidad contribuye al crecimiento del delito.
Delito en ascenso y nuevas modalidades
La clonación de tarjetas y el fraude informático están en auge en el Perú. De acuerdo con el general José Zavala, jefe de la Dirección de Investigación de Ciberdelincuencia de la PNP, en los primeros cinco meses de 2025 se registraron cerca de 3,000 denuncias por estos delitos, lo que representa un incremento de entre 40 % y 50 % respecto al mismo periodo del año anterior. El fenómeno no solo es preocupante por su magnitud, sino también por su evolución hacia métodos más sofisticados y difíciles de rastrear.
“El valor de un celular hoy no está en el equipo, sino en la información que contiene: cuentas bancarias, compras en línea, datos personales. Los ciberdelincuentes atacan especialmente a personas económicamente activas, que usan sus tarjetas y hacen transacciones por internet”, señaló Zavala. En este contexto, las redes sociales se han convertido en un espacio fértil para estas prácticas delictivas.
Tráfico de datos y estructuras criminales
Los criminales obtienen datos confidenciales a través de la Dark Web, donde circulan bases de datos robadas en ciberataques a empresas. Muchos de estos ataques no se denuncian públicamente por temor a perder credibilidad. La información obtenida —números de tarjeta, fechas de vencimiento, códigos de seguridad— permite hacer compras en línea sin el plástico.
Estas organizaciones delictivas funcionan con una estructura dividida en tres niveles: los hackers que roban la información, los clonadores que realizan compras fraudulentas y los captadores que ofrecen productos como pasajes aéreos a precios bajos usando tarjetas ajenas. Según la PNP, dos jóvenes de 21 y 23 años fueron capturados recientemente por vender vuelos nacionales e internacionales a mitad de precio con tarjetas clonadas. Aunque fueron detenidos, continúan el proceso en libertad gracias a su edad y a la figura legal de “responsabilidad restringida”.
El fraude silencioso de cada día
La clonación de tarjetas no siempre requiere habilidades técnicas complejas. El método más común es el skimming, que utiliza dispositivos colocados en cajeros automáticos o terminales de venta para copiar los datos de la banda magnética o el chip. A menudo, los delincuentes también instalan cámaras diminutas o teclados falsos para registrar el PIN del usuario. Esta información se transfiere a una tarjeta falsificada o se usa directamente en compras no autorizadas.
En muchos casos, la víctima no se entera del fraude hasta que revisa sus estados de cuenta o recibe alertas por consumos desconocidos. A pesar de que algunas entidades financieras han incorporado tecnologías como chips EMV y tokenización, muchas tarjetas y comercios aún funcionan con sistemas vulnerables.
WhatsApp: otra puerta al fraude
El robo de cuentas de WhatsApp es otra modalidad creciente. El delincuente instala la aplicación en otro dispositivo y convence a la víctima de compartir su código de verificación. Con ese acceso, contacta a familiares y amigos para solicitar dinero. “Ese código es personal. No debe compartirse bajo ninguna circunstancia. Si lo haces, perderás el control de tu cuenta”, advirtió el general Zavala.
Lugares de mayor riesgo y recomendaciones
Los puntos más vulnerables a la clonación son los cajeros ubicados en zonas poco vigiladas, estaciones de servicio y pequeños comercios con dispositivos de procedencia dudosa. En Latinoamérica, varios operativos policiales han descubierto skimmers en restaurantes, tiendas y cajeros automáticos, permitiendo a las bandas acceder a cientos de cuentas antes de ser detectadas.
La PNP insiste en que las empresas refuercen su ciberseguridad y que los usuarios tomen precauciones básicas: cubrir el teclado al ingresar el PIN, evitar cajeros inseguros, activar notificaciones por movimientos bancarios, no ingresar datos en sitios sin protocolos HTTPS y denunciar cualquier operación no autorizada.
En un país donde la infraestructura digital aún es débil y la legislación penal resulta permisiva con ciertos infractores, el crecimiento de la clonación de tarjetas y los fraudes digitales no solo es un problema técnico: también es político. La falta de respuesta eficaz fortalece la impunidad y consolida a las redes de ciberdelincuencia como un actor más del sistema económico informal que opera en el Perú.