Defectos en torre de control del Jorge Chávez obligaron a suspender operaciones nocturnas por más de un año.
Vidrios defectuosos generaban duplicidad de imagen y comprometían seguridad de vuelos nocturnos.
Concesionaria incumplió especificaciones técnicas pese a advertencias de autoridades aeronáuticas desde 2023.
El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) sancionó con S/ 2.9 millones a Lima Airport Partners (LAP) por instalar vidrios defectuosos en la torre de control del nuevo aeropuerto Jorge Chávez. La multa de 572.84 UIT responde al incumplimiento de especificaciones técnicas que generaron duplicidad de imagen durante operaciones nocturnas, obligando a las autoridades a limitar el uso de la torre exclusivamente a horarios diurnos. Esta restricción operativa comprometió la seguridad del aeropuerto y redujo su capacidad, especialmente tras el incidente del 2 de junio de 2024 cuando fallaron las luces de la pista antigua.
EL PROBLEMA TÉCNICO
QUE PARALIZÓ
LAS OPERACIONES
NOCTURNAS
Durante sus labores de fiscalización, Ositrán verificó que los vidrios del puesto de observación de la torre presentaban un nivel de reflejo interno superior al 10 por ciento. Este porcentaje supera el umbral máximo permitido según el compromiso asumido por LAP en el contrato de concesión.
Las pruebas de laboratorio realizadas por el propio concesionario confirmaron que los materiales instalados no cumplían con las especificaciones técnicas requeridas. “Esta deficiencia fue comprobada mediante pruebas de laboratorio y evaluaciones técnicas especializadas que demostraron que el material instalado no se ajusta a lo estipulado”, detalló el organismo regulador.
La irregularidad afectó directamente la operatividad de la nueva infraestructura al comprometer la visibilidad de los controladores aéreos durante las operaciones nocturnas. Los vidrios defectuosos generaron efectos ópticos peligrosos como la duplicidad de imagen durante operaciones nocturnas. Este fenómeno representó un riesgo directo para la seguridad de las operaciones aéreas y motivó la intervención de las autoridades aeronáuticas. Como consecuencia inmediata, las autoridades limitaron el uso de la torre exclusivamente a horarios diurnos, reduciendo significativamente su capacidad operativa.
IMPACTO EN
LA SEGURIDAD
AEROPORTUARIA
La restricción operativa cobró mayor relevance tras el incidente registrado el 2 de junio de 2024. En esa fecha, las luces de la pista antigua del aeropuerto presentaron fallas técnicas que comprometieron las operaciones. Esta situación habría requerido una mayor operatividad de la nueva torre de control, pero las limitaciones impuestas por los vidrios defectuosos impidieron su uso nocturno.
Ositrán determinó que esta limitación “expuso potencialmente la seguridad operacional del aeropuerto” al reducir las opciones de
control durante emergencias nocturnas. El organismo regulador enfatizó que el concesionario tiene la obligación contractual de garantizar la calidad, seguridad y operatividad continua de las instalaciones aeroportuarias.
La restricción operativa se mantuvo durante más de un año, desde abril de 2023 hasta que se completó el reemplazo de los vidrios.
CRONOLOGÍA DE UNA
FALLA ANUNCIADA
El problema con los vidrios defectuosos se arrastra desde la entrega provisional de la torre en enero de 2023. En marzo de ese año, CORPAC informó a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) sobre el peligro en operaciones nocturnas por duplicidad de imagen. Un
mes después, en abril de 2023, la DGAC limitó el uso de la segunda pista a horario diurno mediante NOTAM.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) confirmó en agosto de 2023 que los vidrios no eran aptos para torres de control. El informe técnico solicitado por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones estableció que “los vidrios del fanal no tienen las características óptimas desde el punto de vista óptico para su uso en torres de control y constituyen un peligro”. La OACI recomendó expresamente el reemplazo de todos los
vidrios defectuosos.
En septiembre de 2023, LAP entregó las pruebas de laboratorio que confirmaron que los niveles de reflexión interior superaban el 10 por ciento permitido. Entre octubre de 2023 y julio de 2024 se formaron mesas de trabajo para resolver el problema y se inició el plan de reemplazo. Sin embargo, Ositrán determinó que las acciones correctivas no fueron completadas antes del inicio del procedimiento sancionador.
PROCESO SANCIONADOR
Y DEFENSA DE LAP
Ositrán inició formalmente el procedimiento sancionador en octubre de 2024, tras más de un año de restricciones operativas. En febrero de 2025, el organismo propuso inicialmente una multa de 647.91 UIT, que posteriormente se ajustó a 572.84 UIT tras evaluar los descargos presentados por LAP. El 29 de abril de 2025 se emitió la Resolución N.°
00077-2025-GSF-OSITRAN que ratificó la infracción y la sanción definitiva. LAP intentó defendersu posición basándose en normas técnicas europeas, pero Ositrán descartó esta argumentación. El organismo regulador determinó que las normas europeas no
eran aplicables en el marco contractual peruano. Pese a que LAP inició el cambio de los vidrios, las autoridades consideraron que la demora en las acciones correctivas no eximía a la empresa de responsabilidad.
La sanción forma parte del programa de supervisión constante de Ositrán para asegurar que la concesionaria cumpla con todos los estándares exigidos. “Estas acciones son parte del monitoreo del nuevo terminal de pasajeros, cuya medición de niveles de servicio se presentará el próximo 15 de junio”, añadió el regulador.
OTROS
INCUMPLIMIENTOS
EN PROCESO
Además de la multa por los vidrios defectuosos, Ositrán mantiene abiertos procedimientos de fiscalización adicionales contra LAP. Estos
procesos investigan presuntos incumplimientos contractuales, entre ellos el retraso en la entrega total de la infraestructura del nuevo terminal. También se evalúa la calidad del servicio de abastecimiento de combustible, que ha generado quejas de aerolíneas y usuarios. Esta multa millonaria se suma a una serie de cuestionamientos sobre la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez, considerada una de las obras más importantes de infraestructura del país. Los problemas técnicos y operativos han generado críticas sobre la supervisión durante la construcción y la calidad de la obra entregada. El caso evidencia las deficiencias en el control de calidad durante una inversión que supera los miles de millones de dólares.